La 'boda' de Antonio y Santiago
'Todo pasó al mirarnos a los ojos por primera vez', explica Antonio entre tímido y divertido. Conoció a Santiago en un pub de Barcelona y a las dos semanas ya habían decidido que se querían casar. Ayer cumplieron su sueño en el Ayuntamiento de Barcelona, donde por vez primera se ofició una boda entre dos personas del mismo género. Al son de la Marcha Nupcial de Mendelsshon, y cerrando la unión con el Celebration de la eurovisiva Rosa, Antonio González, de 20 años, y Santiago Pérez, de 29, se unieron en matrimonio, aunque de forma simbólica. La boda no tiene valor legal porque lo impide la Constitución. Jordi Portabella, tercer teniente de alcalde presidió la ceremonia bajo una única bandera presente: la que lleva los colores del arco iris, símbolo gay por excelencia. Antonio y Santiago, con trajes de boda gris marengo idénticos, declararon que aún no saben donde irán de viaje de novios y que no descartan, cuando sea posible, adoptar una criatura. 'Nos gustaría, pero sabemos que de momento lo tenemos francamente dificil', declara Santiago.
Por otra parte, 4.000 manifestantes, según la Guardia Urbana, y más de 20.000, según los convocantes, participaron ayer en Barcelona en el acto reivindicativo organizado por diversos colectivos que reivindican una sexualidad libre. Este año se cumple el 25 aniversario del primer acto permitido de estas características, que se celebró en Barcelona. 'Nos encerramos en la iglesia de Sant Miquel para forzar al gobernador civil de entonces a que nos diera el permiso', afirma Pere Traverias de 59 años.
En la manifestación de ayer los gay reivindicaron, una vez más, sus derechos. 'Ya está bien hablar de géneros, de lo que se trata es de que, si dos personas se aman, lo demás da igual', decía Javier S., de 41 años, con su novio de la mano.'Mucha gente ha salido del armario, pero hay que salir también del gueto, concluyó Javier.
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