Castilla-La Mancha aprueba la ley que obliga a elaborar listas paritarias en las autonómicas

Castilla-La Mancha se convirtió ayer en la segunda comunidad autónoma de España, después de Baleares, en la que la ley obliga a que las candidaturas para las elecciones autonómicas incluyan igual número de hombres y mujeres en puestos alternos, las conocidas como 'listas cremallera'. El Parlamento castellanomanchego aprobó esa nueva normativa con la mayoría absoluta del PSOE y el voto en contra del PP, pese a que su líder parlamentario, Agustín Conde, había anunciado su apoyo a la reforma de la ley electoral autonómica. 'No soy yo quien tiene que explicar decisiones de otro', dijo ayer Conde en alusión a que él dimitió como presidente del partido y candidato en mayo pasado.

Una semana después de Baleares, el pleno de las cortes regionales de Castilla-La Mancha aprobó ayer con la mayoría socialista (26 diputados) y la oposición del PP la modificación de la ley electoral introduciendo la paridad en las candidaturas electorales. Esa igualdad, según anuncio en el debate el vicepresidente del gobierno, José María Barreda, también llegará al Ejecutivo regional en la primera remodelación que se produzca.

El relevo en la dirección del Partido Popular en esta comunidad se ha visto reflejado en el cambio del sentido del voto. Del apoyo que mostró en su día el entonces presidente regional y candidato, Agustín Conde, se convirtió ayer en lo contrario.

El pasado mayo los populares abrieron una crisis en esta comunidad y Conde dimitió de su cargo de presidente del partido en favor del alcalde de Toledo, José Manuel Molina, y dejó de ser candidato frente al socialista Bono, que gobierna desde hace 20 años con mayoría absoluta, para ser sustituido por Adolfo Suárez Illana, hijo del primer presidente del Gobierno español en democracia.

Finalmente los 20 diputados del PP votaron contra la ley, como también ocurrió en Baleares. Lo hizo a favor, en cambio, la parlamentaria Albertina Oria, quien abandonó ese partido en marzo disconforme con su estilo 'extremista y radical'.

Desde las filas del PP la diputada Manuel Parras argumentó su oposición a la paridad en que tiene 'visos de inconstitucionalidad' y porque 'limita' las aspiraciones de las mujeres al 50% y es 'inútil y perjudicial'.

Carencias democráticas

El Ejecutivo presidido por José Bono, entiende sin embargo que 'éste es el momento oportuno para superar carencias democráticas' porque, según dijo la consejera de Administraciones Publicas, Carmen Valmorisco, ha llegado el momento de que las mujeres dejen de ver la política desde la ventana. 'Hay hombres brillantes y valiosos pero también hay mujeres brillantes y valiosas, tantas como hombres', apuntó la consejera.

Para el PP sin embargo esta es una 'ley trampa' con la que, según la diputada Manuela Parras, las mujeres se sienten 'humilladas' cuando se las 'utiliza como variable y como numero'.

La secretaria de Igualdad del PSOE, Micaela Navarro, que presenció ayer en Toledo el debate, confía en que el paso dado por Baleares y Castilla-La Mancha tenga un 'efecto dominó que además revolucione no solo las comunidades autónomas' sino que llegue también al Congreso de los Diputados donde en septiembre se debatirá la propuesta socialista de reforma de la Ley Electoral para que la paridad llegue también a las candidaturas a las elecciones generales y municipales.

Por cierto que la diputada socialista Nieves Arriero en su defensa de la paridad llegó a afirmar que 'en el PP mandan los hombres, en el PSOE mandan los hombres, pero menos'.

En el debate no estuvieron ni el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, ni el presidente del grupo parlamentario popular, Agustín Conde, a quien de manera reiterada el vicepresidente José María Barreda, pidió explicaciones del cambio de voto de su grupo después de que él anunciara que contaban con el PP para aprobarla por unanimidad.

Bono esta de viaje por Centroamérica conociendo proyectos de cooperación puestos en marcha desde esta comunidad, según el PP porque no le ha gustado que se le haya adelantado Baleares. Conde se dejó ver a primera hora por los pasillos de las Cortes pero decidió no quedarse. Mas tarde, en declaraciones a la Cadena Ser, Conde no quiso valorar el cambio de opinión de su grupo. 'No soy yo quien tiene que explicar decisiones de otro', zanjó.