El delegado de Educación en Málaga dimite por una denuncia de coacción
Alcaraz asume fallos en la inspección a un docente crítico con la Junta
'No puedo seguir mientras la sombra de la duda esté sobre mí'. De esta forma justificó ayer su dimisión el delegado de Educación en Málaga, Juan Alcaraz, renuncia con la que dio carpetazo al caso del profesor Gonzalo Guijarro, que denunció a este periódico coacciones por parte de dos inspectores de la delegación. El detonante de estas inspecciones fue una carta al director publicada el pasado 17 de mayo.
En dicha misiva, Guijarro, profesor de secundaria en el instituto Cerro del Viento de Benalmádena, criticaba, en el límite del insulto, a la directora de Planificación Educativa de la Junta, Pilar Ballarín, e insinuaba datos alarmantes sobre absentismo escolar.
La carta al director motivó la apertura de una inspección, según el delegado, para comprobar los datos de absentismo citados. 'Nunca hubo orden de coaccionar al docente', aseguró ayer Alcaraz, quien sí reconoció que cualquier comentario del inspector o la forma de proceder posiblemente levantó el malestar de Gonzalo Guijarro. Lo cierto es que el profesor denunció las presiones el pasado 18 de junio en este periódico. Alcaraz puntualizó ayer: 'La inspección no se realizó en los términos en los que se encargó'.
Tras la publicación de la noticia, el responsable provincial de Educación telefoneó a Gonzalo Guijarro. Alcaraz le transmitió que no compartía ni el fondo ni la forma de su opinión. No obstante, el delegado se disculpó ante el docente por el malestar que le hubiese causado la inspección y le aseguró que no se emprenderían acciones disciplinarias en su contra. Este último extremo, según el relato del profesor, fue apuntado como una posibilidad por ambos inspectores, que no ahorraron en detalles sobre las variantes de esa posible sanción. Pero Gonzalo Guijarro aceptó las disculpas y el fin de su conversación con el delegado perecía diluir el problema. 'Me di por satisfecho con su llamada pidiéndome disculpas', explicaba ayer el docente, sorprendido por los efectos que había tenido su denuncia.
Ese mismo día, Alcaraz puso su cargo a disposición de la consejera de Educación, Cándida Martínez, que le mantuvo en el cargo. No obstante, el lunes y martes de esta semana continuaron los apoyos al docente en la sección de cartas al director de este periódico. La primera misiva la firmaban 99 profesores de institutos de Sevilla y, la del martes tenía la rúbrica de una compañera de Málaga. Estas dos últimas muestras de indignación han motivado una dimisión que, según Alcaraz, ha sido una decisión personal.
'Si se ha querido buscar una intención de coacción, pues lamento que haya sido así y si eso es motivo que preocupa socialmente, el delegado de Málaga asume la responsabilidad', insistió el ya ex delegado provincial de Educación desde 1996.
La consejera de Educación, Cándida Martínez, consideró la dimisión de Alcaraz como una 'actitud honesta y responsable', al haber asumido la responsabilidad en una situación que calificó de 'lamentable incidente'. Martínez, que no quiso valorar la actuación del Servicio de Inspección de Málaga, resaltó el arresto de Alcaraz por presentar su renuncia ante un hecho ' que se ha malinterpretado y ha llevado a la idea de que se estaba coartando un derecho fundamental como es el de la libertad de expresión'. La consejera, por último, agradeció la labor desarrollada por Alcaraz durante los seis años que ha estado en el cargo.
También la secretaria provincial del PSOE en Málaga, Marisa Bustinduy, quiso solidarizarse con Alcaraz, que fue apoyo fundamental para su candidatura a las primarias, y alabó el 'excepcional' trabajo realizado por el ya ex delegado. Tras presentar su dimisión, Alcaraz indicó que volverá a ejercer de maestro.
'¿Fracaso escolar?'
Este título encabezaba la carta al director que Gonzalo Guijarro remitió a este periódico. En ella, este profesor de secundaria arremetía contra unas declaraciones de la directora general de Planificación Educativa, Pilar Ballarín. Estos son algunos extractos de la carta. 'Según la directora general (...), fracaso escolar es que un alumno abandone el sistema educativo sin obtener el título (...). Hace falta tener una cara de hormigón armado y nula vergüenza para hacer semejante afirmación y poder seguir mirándose en el espejo cada mañana sin vomitar (...). Este año también llegará a cada centro la vergonzosa notita de la delegación provincial diciendo que 'el número de asignaturas suspensas nunca podrá ser utilizado como criterio para la no promoción o no titulación del alumno''.
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