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COYUNTURA INTERNACIONAL

Menos dinero a América Latina

La inversión extranjera en la región cae por segundo año consecutivo

Tras una década de crecimiento espectacular, la inversión extranjera directa hacia América Latina y el Caribe cayó el año pasado por segundo ejercicio consecutivo y los síntomas para 2002 no son nada satisfactorios, según la CEPAL. El organismo advierte que la inestabilidad de la zona desincentiva la inversión extranjera que se dirige a otros lugares como China.

Los 105.000 millones de dólares que América Latina y el Caribe recibieron de inversión extranjera en 1999 pasaron a ser 80.000 millones el año pasado, según la CEPAL (la Comisión Económica para América Latina). En el informe sobre inversión extranjera en la región el año pasado, este organismo advierte que para este año persiste la tendencia a la baja, y la inestabilidad en la región 'corroborada por lo ocurrido en Argentina y Venezuela'.

Según la CEPAL, la disminución de la inversión directa extranjera se debe, en parte, al adverso entorno económico internacional, una recesión más prolongada de lo previsto en Estados Unidos y bajas expectativas de crecimiento en Europa y Japón. 'Esto redunda', dice el informe, 'en una menor inversión, un descenso de la tasa de ganancia de las empresas, y en la reducción de sus valores bursátiles, todo lo cual afecta a la inversión extranjera directa'.

El fenómeno chino

La CEPAL añade que otro fenómeno que no deja de incidir en la caída del dinero hacia América Latina es el fenómeno de China, país que ha recibido durante cada uno de los últimos cinco años casi 40.000 millones de dólares.

El informe destaca también, como causa del descenso, el fin de la implementación de las reformas económicas que atrajeron gran parte de la inversión exterior, especialmente mediante las privatizaciones, y la reducción de las compras de grandes firmas nacionales por empresas transnacionales.

La CEPAL insiste en que los países latinoamericanos modifiquen sus políticas para alentar la entrada de capitales y potenciar el desarrollo regional. 'En comparación con lo que ocurre en Asia', dice, 'los países de América Latina tienden a autolimitarse en el campo de las políticas de desarrollo productivo, en las negociaciones de acuerdos bilaterales o multilaterales sobre inversiones y también en los capítulos sobre inversión de los tratados de libre comercio, que se restringen a otorgar garantías y protección a los inversores, en lugar de definir su relación con la estrategia nacional de desarrollo'. A ello, dice, se suma una cierta reticencia a utilizar todos los instrumentos a su disposición.

Al tiempo, destaca inconvenientes como 'la falta de articulación de la mayoría de las empresas transnacionales con respecto al aparato productivo regional y su débil repercusión en la competitividad, salvo en México y en los países de la cuenca del Caribe'.

A este respecto, el informe señala cómo el flujo de inversión extranjera directa a la zona presenta una evolución heterogénea, con países altamente beneficiados y otros donde los inversores están a la espera de un mejora en el clima interno y en las condiciones internacionales. Así, el año pasado, México recibió un 35% de la invesión extranjera directa a la zona, Brasil un 32%, Centroamérica, Chile y el Caribe el 6%, y Argentina el 4%.

La CEPAL dedica un capítulo especial a este país, que fue uno de los que más inversión atrajo en la década de los noventa pero cuyas entradas de flujo exterior pasaron de los 11.665 millones de dólares en 2000 a 3.181 millones de dólares el año pasado por el deterioro de la situación económica.

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