Zapatero promete en el Congreso derogar el 'decretazo' cuando llegue al Gobierno
El presidente reta al líder del PSOE a demostrar 'si piensa algo que merezca la pena'
El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió ayer en el Congreso a 'cambiar por ley y por consenso', cuando llegue a la presidencia del Gobierno, el 'modelo de España insolidaria' que, en su criterio, José María Aznar está queriendo 'imponer sin diálogo' y con 'sus vísceras' con el decretazo que 'recorta derechos sociales de los trabajadores'. Zapatero atribuye esa medida a 'la urgencia' de Aznar por 'dejar atado y bien atado' un sistema social 'regresivo'. El presidente retó a Zapatero a precisar su pensamiento, 'si es que en alguna ocasión piensa algo que merezca la pena para el país'.
Los argumentos que Aznar y Rodríguez Zapatero se intercambiaron ayer durante cinco minutos sobre la huelga general y el decretazo al comienzo de la sesión de control al Gobierno en el Congreso se extendieron luego durante horas entre protagonistas diferentes de todos los colores políticos. Y serán muy similares a los que se esgrimirán hoy en el debate de convalidación de ese decreto para que se tramite como proyecto de ley.
El líder del PSOE interrogó a Aznar sobre sus razones para aplicar de forma 'innecesaria' esos 'evidentes recortes sociales' en un momento económico de superávit para el sistema de protección regulado en el Inem, rompiendo así el diálogo y consenso con los interlocutores sociales.
Zapatero aprovechó para rebatir el concepto de Aznar y la derecha sobre el Estado del bienestar: 'No es una concesión de los poderosos a los débiles, es un derecho de ciudadanía. La protección por desempleo no es una limosna a los parados, es un derecho que tienen fruto de la cotización que los trabajadores hacen al sistema de Seguridad Social'.
El secretario general del PSOE tampoco dejó sin respuesta la constante apelación de Aznar al 'daño que se hace a España' con este paro: 'Lo que hace daño a España es su actitud antidemocrática'. Luego firmó su compromiso de cambiar 'por ley y por consenso' esa reforma cuando gane las elecciones. En ese momento, los diputados del PP hicieron ostensible sus risas.
Aznar negó de partida que vaya a haber recortes de prestaciones con el nuevo decreto y devolvió la acusación sobre su modelo 'insolidario' a los altos niveles de paro o de quiebra de la Seguridad Social de los Gobiernos socialistas en el pasado. Además, atacó la exposición de Zapatero por sus 'frases huecas y vacías' que 'no se pueden tomar en serio', y le aconsejó que deje de 'jugar al escondite' y diga: 'Yo invito a los militantes socialistas a estar en la huelga, aliento la huelga, hago campaña a favor de la huelga'.
Luego le increpó por no atreverse a opinar sobre los supuestos beneficiarios del decretazo, y fue ahí cuando le reclamó que, 'además de decir que no a todo y de formular frases huecas y vacías, debe explicar de vez en cuando lo que piensa de algunas medidas, y lo que propone al país; si es que en alguna ocasión piensa algo sobre alguna medida que merezca la pena'.
Lo que no quiso fue emplearse a fondo con el líder de IU. Gaspar Llamazares le espetó que usa a Interior para obstaculizar el derecho de huelga, y citó a San Agustín para criticarle su 'soberbia más hinchada que grande', que equiparó a los tiempos de 'reyes absolutos, siervos sin derechos, la Inquisición y la perversión moral'.
Aznar aseguró que empleará legítimamente a la policía en 'la misión constitucional de garantizar sin coacciones el ejercicio de las libertades ciudadanas'. 'El problema', dijo, 'es que alguien piense que a falta de convencidos son necesarios huelguistas forzosos'.
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