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"Aznar está echando un pulso ideológico"

Lourdes Lucio

A Manuel Chaves (1945) no le gustan las huelgas: ni en su etapa de sindicalista, ni como ministro de Trabajo del Gobierno socialista, ni ahora como presidente de la Junta de Andalucía, aunque opina que los sindicatos tienen razones para convocar el 20-J. Desde el PP le han llamado 'jefe de los piquetes' y 'huelguista'. Cree que José María Aznar, antes de irse, quiere imponer un modelo de sociedad. 'Le está echando un pulso ideológico a la sociedad española', dice.

Pregunta. Le han llamado jefe de los piquetes, huelguista...

Respuesta. Es una muestra del talante que tiene el PP a la hora de afrontar una convocatoria de huelga general, el de no respetar el derecho de huelga ni a quienes la convocan, que son lógicamente los sindicatos. Quien realmente ha provocado el paro ha sido el propio señor Aznar; por dos razones: una, porque ha aprobado un decreto-ley después de la convocatoria de huelga con un contenido que implica un recorte de las prestaciones de desempleo, lo cual no entra dentro de la lógica democrática; en segundo lugar, porque lo ha hecho en un momento inoportuno, durante la presidencia española de la Unión Europea. Eso ha sido entendido por los propios sindicatos como un mensaje del presidente de la UE de cómo se deben enfocar en el conjunto de Europa las políticas de bienestar social.

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P. ¿Cuáles son las razones de fondo que han llevado a los sindicatos a convocar esta huelga?

R. No responde a una sola razón, aunque la formal es la aprobación del decreto-ley sobre la reforma del seguro de desempleo. Cuando se convoca una huelga general, es porque los sindicatos ven que en una buena parte de la sociedad española existe un malestar general. Después de dos años de mayoría absoluta, la gente está cansada de tanto autoritarismo, de tanta soberbia. Está cansada del aumento de la inseguridad ciudadana y también de todos los enfrentamientos que el propio señor Aznar tiene con sectores de la sociedad. Toda esta situación de malestar, que se acentúa por la aprobación del decreto ley, es la que explica la convocatoria de una huelga general. Aznar le está echando un pulso ideológico a la sociedad española. Antes de irse quiere imponer a los españoles un determinado modelo de sociedad.

P. A su partido se le acusa de mantener una cierta ambigüedad, de evitar decir a las claras que apoya la huelga.

R. La posición del PSOE está clara. Quien tiene el derecho a convocar la huelga, según la Constitución, son los sindicatos. Es su responsabilidad y, por lo tanto, el éxito o el fracaso de la huelga será de los sindicatos. Ahora bien, el PSOE y yo, como secretario general en Andalucía, compartimos y apoyamos las razones por las cuales los sindicatos la han convocado.

P. En vísperas de la huelga del 14 de diciembre de 1988 usted era ministro de Trabajo. Entonces afirmó que no había motivos económicos ni sociales para plantearla. Lo mismo dicen ahora los ministros del PP.

R. La situación es totalmente distinta. Hay un dato: en aquella época, el seguro de desempleo y el Inem estaban en una situación de déficit y no se recortó ninguna prestación, mientras que en estos momentos hay 3.000 millones de euros de superávit. ¿Cuál es la diferencia? Yo respeté el derecho de huelga. No se me ocurrió bajo ningún concepto, ni a Felipe González ni al Gobierno socialista, alarmar a la sociedad condenando el ejercicio del derecho de huelga, ni se me ocurrió después aprobar un decreto-ley. Ni asustar. Y cuando constatamos que la huelga había sido un éxito, aquel proyecto que había sido deslegitimado por los sindicatos y por los propios trabajadores se guardó en un cajón.

P. Ha sido sindicalista, ministro responsable de la política laboral del Gobierno de Felipe González y desde 1990 presidente de la Junta, ¿desde alguna de esas perspectivas le gustan las huelgas?

R. A nadie le gusta una huelga, y estoy convencido de que a los sindicatos tampoco. Aquí ni siquiera ha habido una negociación; ha habido un acto unilateral de soberbia por parte del Gobierno y del señor Aznar. A nadie, en una lógica democrática, se le ocurre aprobar un decreto-ley sin negociar. Eso es un acto de arrogancia, porque, si la huelga tiene éxito, ¿qué es lo que hace el Gobierno? ¿Retira o no retira el decreto-ley? Si no lo retira, va a provocar un bloqueo del diálogo social.

P. ¿Y si no tiene éxito?

R. Pues, lógicamente, estará legitimada la posición del Gobierno.

P. ¿El PSOE está delegando su labor de oposición en los sindicatos?

R. No. Los campos de actuación son totalmente distintos. Al partido socialista le corresponde hacer su oposición en las instituciones, y también ponerse en contacto con la ciudadanía; a los sindicatos les corresponden la negociación colectiva y los procesos de diálogo social, y, cuando éste fracasa, llevar a cabo el ejercicio del derecho a la huelga. El Gobierno se equivoca cuando está todo el día trasladando el mensaje de que quiere garantizar el derecho al trabajo. Un Gobierno democrático tiene que garantizar el derecho al trabajo y tiene que garantizar el derecho a la huelga.

P. ¿Qué cree que harán los militantes socialistas cuando suene el despertador el día 20?

R. La gran mayoría participará en la huelga, entre otras cosas porque muchos de ellos son afiliados a UGT y CC OO.

P. ¿Y los andaluces?

R. En Andalucía hay un añadido a la gravedad de la reforma del seguro de desempleo, que es la retirada del PER. Mi impresión es que la mayoría de los andaluces está realmente diríamos, entre comillas, cabreada con el decreto-ley de reforma del desempleo.

P. ¿El Gobierno se ha equivocado al elegir Sevilla como sede de la cumbre europea?

R. Cuando el Gobierno eligió Sevilla para el cierre de la presidencia española de la UE lo hizo por razones electorales, lo cual me parece lógico e incluso legítimo. Sevilla es una ciudad inmejorable para hacer una cumbre, y creo que los sevillanos, a pesar de las molestias que están soportando, se sienten satisfechos. Lo que me parece que no es de recibo es que el Gobierno intente contraponer la celebración de la cumbre con el ejercicio del derecho de huelga. Ahí flojea el PP en sus convicciones democráticas; flojea bastante, porque, en definitiva, no está afrontando la situación como un partido democráticamente maduro.

P. La fecha de la huelga parece elegida adrede.

R. Bueno, pero los sindicatos la han escogido. ¿Por qué? Yo creo que quieren lanzar un mensaje a los jefes de Estado y de Gobierno sobre las políticas de bienestar que se desarrollan en la UE. Pero el derecho de huelga es un derecho que se ejercita pacíficamente, y es perfectamente compatible con la celebración de la cumbre. Sevilla está muy por encima de una cumbre, de 20 cumbres o de 20 jornadas de huelga, y su imagen no se va a ver dañada en absoluto por mucho que diga la gente del PP.

P. El encierro de inmigrantes en la Universidad Pablo de Olavide ¿cómo cree que repercutirá?

R. Imagino que al Gobierno, al señor Aznar, cuando ha propuesto un acuerdo sobre un plan de inmigración, no le va a resultar agradable que 400 o 500 inmigrantes estén encerrados. Pero, bueno, ése es el resultado del desbarajuste y del fracaso de la política inmigratoria del PP. Hay una responsabilidad del Gobierno en este caso concreto, porque se trata de magrebíes que tenían la posibilidad de trabajar en la fresa y que no pudieron como consecuencia de que los empresarios, con la autorización del Gobierno, contrataron a otros trabajadores en países de origen. Dicho esto, la mejor manera de solucionar el problema no es el encierro. Tengo la impresión de que lo que ellos pretenden obtener, la regularización, no la van a obtener.

P. ¿Qué espera de la reunión de los jefes de Estado sobre la inmigración?

R. A mí no me gustaría, como presidente de la Junta, que la cumbre de Sevilla quedara vinculada a un plan de inmigración conservador y reaccionario, contrario a los principios y valores democráticos de Europa. El plan de la inmigración se está planteando como una amenaza a los países de origen. Lo que se pretende fundamentalmente es blindar a Europa, crear en Europa una fortaleza frente a terceros países y amenazar a los países de origen. ¿Cómo es posible pedir a países que viven en la pobreza absoluta, que están superpoblados, que controlen la salida de sus ciudadanos hacia la UE? Si oímos a Aznar, a Rajoy o al señor Berlusconi, parece que lo único que quieren son trabajadores que presten su fuerza de trabajo pero que no se les reconozcan los derechos propios de los ciudadanos.

P. ¿Cuál sería la salida?

R. Pues un gran plan de cooperación al desarrollo con los países de origen que asiente las poblaciones en sus países, que les permita desarrollar su economía. Ése sería fundamentalmente el gran éxito de la cumbre si efectivamente ese plan de cooperación se aprueba.

P. ¿Zapatero se la juega en el debate de la nación?

R. El primer debate sobre el estado de la nación de Zapatero fue un buen debate. Quien lo tiene más complicado es Aznar. El Gobierno está en una situación mucho más difícil que la que pueda tener el jefe de la oposición.

P. ¿Cree que le falta pegada?

R. Muchas veces se le cuelga el sambenito de que hace una oposición blanda. No estoy de acuerdo. José Luis hace una oposición con mano de hierro y guante de seda.

P. Felipe González dice que el Gobierno necesita más desgaste.

R. El desgaste de un Gobierno no se puede provocar de una sola vez y en un periodo de tiempo muy breve.

Manuel Chaves posa en uno de los patios del palacio de San Telmo, sede de la presidencia andaluza.
Manuel Chaves posa en uno de los patios del palacio de San Telmo, sede de la presidencia andaluza.PABLO JULIÁ

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