Manifestación contra los despidos en Copaga

Más de un centenar de trabajadores del matadero de porcino Coporc, peteneciente a la cooperativa Copaga, en suspensión de pagos desde el pasado lunes, se manifestaron ayer por las calles de Lleida para protestar contra el expediente de regulación de empleo que afecta a 116 trabajadores, casi la mitad de la plantilla.

Los manifestantes, que corearon consignas contra la empresa y la Generalitat, lanzaron huevos y globos con sangre de cerdo contra las oficinas de la cooperativa, situadas en el polígono industrial del Segre, y al no poder entrar, derribaron un trozo de la valla exterior. También ensuciaron la sede de Unió Democràtica y la fachada principal del Banco de España.

En una asamblea posterior, los trabajadores de Copaga aprobaron rechazar el expediente de regulación y aplazar las movilizaciones en defensa de sus puestos de trabajo hasta el próximo viernes, cuando el comité de empresa empezará a negociar las indemnizaciones por los despidos. También rechazaron la propuesta de la empresa de seguir cobrando los salarios sin necesidad de acudir al trabajo mientras duren las negociaciones.

El presidente del comité de empresa de Coporc, Santiago Marcel, atribuyó la grave crisis económica que atraviesa la cooperativa a la mala gestión de sus actuales directivos. 'Se merecen que los socios los despidan a ellos por incompetentes e irresponsables, ya que no han sabido gestionar el dinero de los socios', afirmó el representante sindical.

Los trabajadores cuestionan la capacidad de los actuales gestores para administrar el último crédito, de 7,2 millones de euros (1.200 millones de pesetas), concedido por la Generalitat a la firma para garantizar su continuidad y están convencidos de que este dinero no servirá para reflotar Copaga, sino para pagar los despidos. El responsable de Alimentación de Comisiones Obreras (CC OO) en Lleida, Valentín Antúnez, amenazó con que si el Departamento de Trabajo aprueba el expediente de regulación de empleo presentado por la empresa, las movilizaciones irán dirigidas contra la Generalitat.