Ningún dirigente del PP secunda la opinión de Martínez sobre la multitudinaria manifestación

El éxito de la manifestación celebrada el domingo en Sevilla ha sumido al principal partido de la oposición en el desconcierto y lo ha dejado sin capacidad para responder a las protestas contra el decreto de reforma del desempleo aprobado por el Gobierno central. La singular interpretación de la presidenta del PP, Teófila Martínez, sobre la protesta -'Chaves debe tomar buena nota, es una manifestación contra él'- no fue secundada por ninguno de los suyos. Es más, su número dos, Antonio Sanz, aseguró que se trató de 'un paso más del PSOE en su confrontación con el Gobierno central'.

Desde el otro lado del teléfono se oyen las risas: 'Es un punto. Qué golpe tan bueno, que dice Teófila que la manifestación va contra Chaves'. La risa debe ser contagiosa porque otro interlocutor, al igual que el primero del Partido Popular, también le sale como primera reacción y reconoce sin tapujos: 'La gente habrá visto la televisión y habrá dicho: ¡Virgen santa, cuánto personal! Es como para acojonarse un poquito ¿no?'. Y un tercero, igualmente dirigente del PP, no duda en calificar de 'cínicas' y 'no muy afortunadas' las declaraciones de Martínez.

En la retina de los dirigentes del PP aún permanecen las imágenes de decenas de miles de personas en la manifestación de Sevilla a la que acudieron unas 150.000 personas, según la policía local, 250.000, según los sindicatos, y 50.000, la Delegación del Gobierno. El día después de la protesta la dirección del PP no había transmitido a sus dirigentes ningún análisis, ningún argumentario, ninguna preocupación y, lo que es más llamativo, ninguna estrategia. Significativas son las declaraciones del secretario general, Antonio Sanz, quien se limitó a enjuiciar la presencia del PSOE en la manifestación: 'Un paso más en la obsesión por enfrentarse con el Gobierno de Aznar', dijo, informa José Luis Rodríguez.

Falta de análisis

Para un portavoz del PP la falta de directriz política se debe a que 'se cree que el asunto afecta más al partido a nivel nacional que regional'. 'No hay análisis político y no se ha hecho una buena campaña de información sobre lo que es la reforma del desempleo', apunta otro dirigente, quien advierte que se le 'ha dado un arma magnífica al PSOE para arrasar en los pueblos del interior y en los de menos de 50.000 habitantes'. No obstante, este interlocutor confía en que tenga menos repercusión en las zonas urbanas y, en concreto, en las capitales de provincia donde el PP fue el partido más votado en 1999.

Por que si hay algo que tienen claro las personas del PP consultadas es que el subsidio agrario hay que reformarlo pero bajo las premisas de la negociación, el diálogo y una buena campaña explicativa en Andalucía. 'Aquí no han consultado a nadie, y si lo han hecho no lo han tenido en cuenta, no hay ninguna estrategia y la que hay se limita al encargo de entrevistas', afirman.

Para algunos dirigentes de este partido la situación no es nueva. 'Las claves de Andalucía no se entienden en Madrid. A Génova [sede nacional del PP] dejó de preocuparles los resultados electorales cuando en las elecciones de 2000 se neutralizó la diferencia de escaños [tan sólo dos] que aportaban el PSOE y el PP de Andalucía en el Congreso'. Pero, además, según estos interlocutores, tampoco parece que en el PP andaluz haya la más mínima inquietud por alzar una voz de advertencia para combatir algo que tienen muy claro los partidos de izquierda: que el PP andaluz no tiene ningún peso político y que desde la dirección nacional se da por perdida Andalucía. Suscriben la frase el coordinador del PSA, Pedro Pacheco, la diputada de IU Concha Caballero y, con matices, el secretario de Organización del PSOE, Luis Pizarro. También del lado del PP se apuntan a esta teoría y subrayan: 'La gente está bastante acomodada a la oposición y al reparto del poder personal'.

Pacheco asegura que José María Aznar está instalado en la derrota electoral andaluza y que su reacción es similar a la de 'los invasores de antaño: como no gana, intenta arrasar y eso no sólo puede hacerle daño al propio PP de Andalucía sino al propio sistema político andaluz'. Y Concha Caballero afirma que el PP se ha desligado de Andalucía porque 'considera que hay un reparto territorial del poder en España y que si en el País Vasco están los nacionalistas, aquí hay un nacionalismo andaluz entre comillas que representa el PSOE'. Caballero recuerda el silencio de los alcaldes populares, la oposición clara de Asaja -la patronal agraria- y la más que discreta actitud de la CEA ante la reforma del subsidio. Pizarro compara la manifestación del domingo con la del 4 de diciembre de 1977, la génesis del posterior estallido autonómico andaluz y asegura: 'Estamos en la cuenta atrás del fin de ciclo del PP'.

Respecto a posibles cambios al frente del PP andaluz un dirigente recuerda que el próximo fin de semana se ha convocado junta directiva para abordar el congreso regional de septiembre. 'Y nadie', afirma, 'convoca un congreso sin saber lo que va a pasar. Agotadas otras alternativas, Teófila es lo mejor que tenemos. Y a estas alturas, no hay nada que hacer'.