Inmigración, obsesión de seguridad
De la ley Bossi-Fini no sólo hay que leer sus principios y afirmaciones, sino sus silencios. (...) Como la mayoría de los países europeos, Italia sigue la tendencia de controlar el fenómeno de la inmigración desde el punto de vista de la seguridad, pero exacerbándola. (...) El fenómeno ha coincidido con grandes acontecimientos mundiales. La caída del muro de Berlín anuló los paradigmas respecto a los cuales estaban construidas las pasiones políticas del siglo XX. (...) La globalización ha abierto la puerta a múltiples sujetos nuevos: emigrantes, refugiados e intrusos son los nuevos paradigmas políticos sobre los que se juega el consenso político de las democracias occidentales. El crecimiento de la xenofobia de los partidos de extrema derecha es la directa traducción de este nuevo fenómeno. Y este cambio ha provocado un cortocircuito en los partidos tradicionales, incluidos los de izquierdas. (...) El resultado es la invención de una nueva ideología basada en la seguridad (...), porque ante la complejidad del fenómeno se propone la visión autoritaria como única solución. La seguridad suplanta un proyecto político verdadero. (...) Y se oculta el hecho de que la inmigración es el rostro velado (...) de situaciones dramáticas, del desmoronamiento de la geopolítica internacional, de desastres medioambientales, del bloqueo de procesos de democratización. ¿Será la seguridad el precio que hay que pagar por la globalización o, por el contrario, puede ser una oportunidad para todos? La seguridad es, con frecuencia, una mala consejera.
Khaled Fouad Allam
Turín, 7 de junio
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