Barcelona 2004: las formas del Foro
Las ciudades compiten para ser capitales culturales, acoger citas olímpicas y organizar exposiciones universales. Nadie duda de los réditos urbanos que se obtienen de tales eventos, aunque otra cosa bien distinta es cómo se administren éstos y con qué perspectiva. Desde que fue la sede de los Juegos Olímpicos de 1992, Barcelona se ha consolidado como modelo, tanto de creación de las condiciones necesarias para la celebración de grandes acontecimientos como de gestión de sus beneficios. Convertida pues en paradigma de urbanidad, Barcelona se expone a todas las miradas. Y convencida además de que ésa es su seña de identidad en un panorama metropolitano cada vez más homogéneo, aspira a reforzarla al hilo de otra convocatoria internacional: el Foro Universal de las Culturas, que tendrá lugar en 2004. Claro que el reto es ahora más difícil, pues se trata de crear una clase de evento inédito y con contenidos propios. Los del Foro girarán en torno a tres grandes cuestiones de alcance planetario: la diversidad cultural, la sostenibilidad y la paz. Esta iniciativa, que se remonta a los tiempos del ex alcalde Maragall, no ha conseguido calar en el ánimo de los barceloneses; los cambios en la responsabilidad gerencial del Foro, en el que están implicadas todas las administraciones, y la falta aún de concreción respecto a las formas en que se estructurarán esos contenidos provocan el desapego ciudadano. En cambio, lo que sí tiene Barcelona es un proyecto urbano y arquitectónico que, como sucedió en los Juegos, acabará por proporcionar su imagen al Foro 2004.
El Foro Universal de las Culturas girará en torno a tres grandes asuntos: la diversidad cultural, la sostenibilidad y la paz
Para la convocatoria olímpica la ciudad se abrió al mar, pero el proceso de apertura al litoral no llegó a culminarse en su totalidad. Ése es uno de los objetivos que se persigue ahora, junto con la prolongación de la Diagonal hasta el borde marítimo, la reorganización del nudo de las Glorias, la regeneración de las orillas del río Besós -a caballo entre los términos municipales de Barcelona y Sant Adrià- y la revitalización de barrios como La Catalana y La Mina. Su materialización no estará, como en 1992, exclusivamente en manos de catalanes. Un aspecto característico de esta fase de crecimiento de la ciudad es que los autores de los proyectos más emblemáticos son figuras internacionales, además de que entre los arquitectos locales predominan los equipos jóvenes, y que hay representación madrileña.
El símbolo del Foro se levantará en el encuentro de la avenida de la Diagonal con la calle de Prim, en el vértice de una explanada de 20 hectáreas que desciende hacia el mar y cubre la depuradora del Besós y la ronda litoral; sus autores, los suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron, han proyectado una pieza triangular que alberga un centro de conferencias, salas de exposiciones y otras dependencias de uso flexible, dejando a su alrededor una generosa porción de espacio público al aire libre. El diseño de la plataforma es de Torres y Martínez Lapeña -a cuyo cargo está asimismo la planta fotovoltaica construida sobre ella como una pérgola-; en su encuentro con el agua, Alejandro Zaera y Beth Galí han diseñado, respectivamente, un parque y una zona de baños públicos.
Rodeada de tres torres -diseñadas por Enric Massip y Óscar Tusquets las dos destinadas a hoteles, y por Clotet y Paricio la de oficinas- y del gigantesco centro de convenciones que construye Josep Lluís Mateo, la plataforma del Foro está flaqueada por un zoo marino al sur y un puerto deportivo al norte. El primero, cuya ordenación es de Joan Forgas, se construye en parte con terreno ganado al mar sobre otra plataforma con zonas de tierra y agua, donde se reproducirán distintos ecosistemas. Los holandeses de MVRDV realizarán un pabellón de la biodiversidad que será también la entrada al zoo, donde Carles Muro y Charmaine Lay han proyectado un terrario, Conxita Balcells las instalaciones marinas y Enric Ruiz-Geli un aviario. Y en el puerto deportivo Baena, Casamor y Quera se encargan de la zona de amarre, y Ferré y Domingo del edificio de capitanía.
Definitivamente redibujado el perfil costero, el impulso del Foro 2004 debe servir paralelamente para remodelar el nudo de Glorias y su entorno -donde ya se encuentran el Teatro Nacional de Bofill y el Auditorio de Moneo- con una plaza de las Artes diseñada por Zaha Hadid, una cripta de pequeños museos a cargo de MBM (Martorell, Bohigas, Mackay) y unas oficinas municipales, alojadas en una torre proyectada por Soriano y Palacios frente al rascacielos apepinado que ya levanta Jean Nouvel para Aguas de Barcelona, y no muy lejos del hotel de Dominique Perrault en Pere IV.
Pero a pesar de los nombres sonoros y las construcciones singulares, el auténtico éxito de la propuesta urbana en torno al Foro 2004 sólo podrá evaluarse a más largo plazo si con nuevas viviendas y nuevas actividades consiguen regenerarse los barrios industriales de La Catalana y La Mina, en el borde del último de los cuales se construirá un campus universitario trazado por Eduard Bru y se han proyectado cuatro manzanas de viviendas con vocación experimental a cargo de jóvenes equipos catalanes.
Otro de los aspectos distintivos de esta fase de transformación de Barcelona es que para llevarla a cabo se ha buscado la colaboración de la iniciativa privada. Si además de añadir un puñado de edificios de firma se consigue regenerar el Besós y recuperar esos barrios, la capital catalana podrá seguir proponiéndose como modelo alternativo de crecimiento frente a los desórdenes urbanos que aquejan a las grandes áreas metropolitanas.
El compromiso sostenible
BARCELONA ES una de las 85 ciudades firmantes de la Carta de Aalborg, resultado de la I Conferencia Europea de Ciudades Sostenibles (Aalborg, 1994), y también participó en la segunda y la tercera, celebradas respectivamente en Lisboa (1996) y Hannover (2000), comprometiéndose con un 'urbanismo ambiental' que debe, entre otras cosas, hacer un uso racional del suelo, promover la participación ciudadana, procurar la igualdad social mediante la planificación, buscar la eficiencia energética y la mejora de las condiciones de accesibilidad con la promoción de sistemas de transporte colectivo y minimizar la generación de residuos y emisiones contaminantes. Una parte fundamental de este proyecto articulado en torno al Foro 2004 son las de limpieza y regeneración de las riberas del Besós y de los fondos marinos del litoral, y la decisión de que instalaciones tradicionalmente apartadas de los núcleos urbanos tales como generadores eléctricos o incineradoras pueden formar parte de esa nueva área central. La explanada del Foro cubre una depuradora que está remodelándose para ser más eficiente, y sobre ella se construirá una planta fotovoltaica. Por su parte, la planta de producción eléctrica de la margen derecha del río se ha modernizado y funciona con un sistema 'de ciclo combinado', de mayor rendimiento y menos contaminante; en la incineradora existente se han instalado nuevos filtros, y se están soterrando las líneas eléctricas que discurren por el cauce del río. Todo ello generosamente arropado por la vegetación del parque Noroeste, que han diseñado los madrileños Ábalos y Herreros.
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