Francia rechaza el compromiso de alcanzar el déficit cero en 2004
Berlín y Londres también plantean problemas
Los ministros de Economía decidieron ayer retrasar un par de semanas la adopción de las grandes líneas de la política económica de los Quince para no enturbiar la recta final de la campaña legislativa francesa. Pero la negativa del Ejecutivo francés a alcanzar el objetivo del equilibro presupuestario en 2004, acordado en la cumbre de Barcelona, revela la incapacidad de la UE para coordinar sus políticas presupuestarias. Y Francia no está sola. Alemania, Portugal y Reino Unido también plantean problemas.
Ante la situación, el Ecofin intentará cerrar un nuevo acuerdo antes de la cumbre de Sevilla del día 20 y justo después de las elecciones del 16 de junio en Francia.
El asunto viene de atrás. En su momento, el Ecofin (consejo de ministros de Economía de los Quince) dio un trato de favor a Alemania al no aceptar la propuesta de la Comisión Europea para amonestar a Berlín porque su déficit se acercaba peligrosamente al límite del 3% del producto interior bruto (PIB). ¿Por qué se iba a hacer ahora lo contrario con París, si necesita permisividad?
El ministro español de Economía y presidente de turno en el Ecofin, Rodrigo Rato, confirmó ayer que su nuevo colega francés, Francis Mer, seguía sin comprometerse respecto a una fecha para llevar las cuentas públicas de su país hacia el déficit cero, mientras que el resto hacía un esfuerzo por seguir defendiendo los criterios del Pacto de Estabilidad. 'No ha habido ninguna manifestación en contra del pacto', reiteró Rato en conferencia de prensa.
Francis Mer se estrenaba así en el Ecofin limitándose a decir que su Gobierno mantenía el compromiso del rigor presupuestario y lamentando que en la UE se 'esté perdiendo el norte'. '¿Sabemos bien para lo que estamos trabajando?', se preguntó. Lo normal hubiera sido que el Ecofin adoptara ayer las GOPE (grandes orientaciones de política económica de la UE) si se toman como referencia las conclusiones firmadas en la cumbre de Barcelona por los jefes de Estado y de Gobierno (incluido Jacques Chirac), en las que se recoge justamente la fecha de 2004 para el equilibrio presupuestario. Rodrigo Rato reiteró que 'las conclusiones de los Gobiernos, establecidas en consejos sucesivos, indican claramente cuáles son los calendarios'.
Motivos políticos
Pero Francia se niega en rotundo a cumplir esa fecha. Como dijo Francis Mer, detrás de esta posición hay motivos políticos y técnicos. Y por si hubiera alguna duda, en conferencia de prensa dejó claro que de lo que se trata, antes que nada, es de respetar una serie de principios establecidos en el Tratado de la UE para poder hacer frente a compromisos futuros, como el aumento del gasto originado por el envejecimiento de la población.
El problema adicional es que hay al menos otros tres países (Alemania, Portugal y Reino Unido) que siguen planteando problemas a las grandes líneas de política presupuestaria y el Gobierno francés está intentado llevarlos hacia su postura. 'Deberemos encontrar un compromiso en común con otros países para mantener ese diferencial -con el equilibrio presupuestario-, sin estar obligados forzosamente a respetar algo que nunca se ha expresado en el Tratado más que en forma de principios', afirmó Mer, 'porque la experiencia muestra que lo que cuenta es el objetivo y no una cifra o un porcentaje preciso'.
Sin embargo, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, considera que 'mantener esos compromisos es fundamental para la credibilidad del sistema' de coordinación de las políticas de los Quince en el ámbito presupuestario. Ante esta situación de indefinición en el Ecofin, Rato se ha visto obligado a convocar una reunión extraordinaria dos días antes de la celebración de la cumbre de Sevilla.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.