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La mortalidad en el año posterior a un infarto mejora con una precoz revascularización

Un estudio sueco publicado esta semana de The Lancet concluye que la revascularización precoz de las arterias coronarias obstruidas a causa de un infarto (ya sea mediante una angioplastia con balón o mediante la colocación de una malla metálica) reduce a la mitad la mortalidad de los pacientes en los 12 meses posteriores al infarto.

Los resultados vienen a complementar y reforzar las conclusiones del estudio Cadillac, realizado en 23 países y publicado en marzo en el New England Journal of Medicine (NEJM), que demostraba la necesidad de desobstruir las arterias coronarias tras un infarto y colocar mallas de acero (stents) para evitar la reobstrucción (véase EL PAÍS del 30 de abril).

La desobstrucción de las coronarias con angioplastia o 'stents' eleva la supervivencia

Sin embargo, según los autores del estudio publicado en The Lancet, a menudo la revascularización no se considera una prioridad en los días siguientes a un ataque cardiaco grave. Los resultados de investigaciones anteriores acerca del efecto de la revascularización en la supervivencia de los pacientes que habían sufrido accidentes coronarios graves habían sido contradictorios. Por eso, Ulf Stenestrand, de la Clínica Universitaria de Linkoping (Suecia), y sus colaboradores evaluaron el efecto de la revascularización y la tasa de mortalidad en el plazo de un año en pacientes que habían sobrevivido al menos dos semanas a un ataque cardiaco grave.

Los investigadores compararon los datos sobre mortalidad en el plazo de un año de unos 2.500 pacientes que habían sido sometidos a revascularización precoz con los de 19.300 pacientes a los que no se había aplicado este tratamiento. La tasa de fallecimientos en el plazo de un año fue el doble (5,2%) en los pacientes que habían recibido un tratamiento conservador que en aquellos sometidos a una revascularización precoz (2,5%), independientemente de la edad, el sexo, las características de partida, enfermedades previas o del tratamiento.

Stenestrand señala que 'este es un estudio de registro sueco, pero aun cuando se ha tenido en cuenta la compensación estadística, sigue habiendo una reducción del 50% en el riesgo de fallecimiento en el año siguiente a un ataque cardiaco si se realiza una revascularización precoz'. Y añade que 'los resultados del estudio podrían ayudar a que cambie la terapia de los pacientes que han sufrido un ataque cardiaco, y se realice antes la revascularización'.

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