La Iglesia de Guatemala denuncia amenazas por su apoyo a los campesinos
La Iglesia católica de Guatemala ha denunciado las constantes amenazas de muerte que recibe el obispo Álvaro Ramazzinni, titular de la diócesis de San Marcos (253 kilómetros al noroeste de Guatemala), originadas, al parecer, por el apoyo del prelado a centenares de campesinos que han invadido fincas particulares y del Estado en esa zona.
La Iglesia ha realizado una denuncia formal al respecto ante la relatora de Derechos Humanos de la ONU, Hina Jilani, quien visitó durante seis días el país, invitada por el presidente, Alfonso Portillo.
No es un caso aislado. Varios sacerdotes de la diócesis -que por ser frontera con México es clave en el contrabando de personas y drogas rumbo a Estados Unidos-, han recibido intimidaciones después de mostrar su respaldo a grupos de campesinos hambrientos y desempleados, quienes, tras la crisis de los precios del café, han perdido su única fuente de ingresos. Se estima que más de 500.000 de ellos se quedaron sin empleo en el primer trimestre del año.
La preocupación de los obispos aumenta en la medida en que el país vive una clara involución en materia de derechos humanos, que recuerda el ambiente de miedo y amenazas vividas durante los años ochenta, cuando cinco sacerdotes españoles fueron asesinados y decenas de catequistas locales corrieron igual suerte.
