Modernización de las relaciones laborales en la industria de la madera

El sector de la madera y el mueble viene desarrollando en los últimos años un importante proceso de renovación productiva, innovación tecnológica, expansión comercial y modernización social. La patronal Confemadera es consciente del importante esfuerzo que están protagonizando las pymes del sector para elevar su competitividad y poder adaptarse a la globalización de los mercados, los incesantes avances tecnológicos y la sociedad de la información. Un esfuerzo que tiene que ir acompañado de un proceso de modernización de las relaciones laborales.

Desde Confemadera consideramos prioritario avanzar en la renovación y flexibilidad de las relaciones laborales, como una contribución a la competitividad de las empresas y la cohesión social. Siguiendo las recomendaciones del Libro Verde de la Comisión Europea sobre Partenariado para una nueva organización del trabajo (abril 1997), entendemos que es fundamental sustituir los convenios y regulación laborales, hasta ahora vigentes y que responden a una organización tradicional del trabajo basada en la producción industrial en masa, por unas relaciones que acepten y reconozcan la diversidad y actual complejidad de la producción y el mercado de trabajo. Es decir, se impone una reforma y un ajuste a las nuevas necesidades de adaptabilidad, cualificación y producción flexible.

Así lo entiende la patronal Confemadera, y así lo venimos aplicando en el diseño de nuestra estrategia sectorial de futuro. Es precisamente en el ámbito nacional de la negociación colectiva donde, junto con CCCO y UGT, hemos podido articular la estructura y la renovación de los contenidos de las relaciones laborales en el sector, en plena coincidencia con los acuerdos y propuestas planteados por los agentes sociales durante los últimos años.

El reconocimiento de la realidad compleja en la que actualmente se mueven las empresas, sus necesidades productivas y la importancia de la capacitación y polivalencia de los trabajadores dentro de la organización empresarial han sido la base y los principios inspiradores que han permitido que el IIº Convenio Estatal para las industrias de la madera haya sido firmado, diciembre 2001, entre la patronal Confemadera y las Federaciones sectoriales de CC OO y UGT. Un convenio que tiene una especial incidencia en la Comunidad Valenciana, afecta a más de 46.000 trabajadores y que, como autonomía líder en esta actividad industrial, ocupa el número uno en cuanto a fabricación, generación de empleo y exportación se refiere. Es la zona en la que se concentra el 26% de la fabricación nacional, con un 22% del empleo y el 23% de la cifra de negocio.

El II Convenio Estatal de la madera supone una mejora sustancial del anterior, avanza en la articulación de ámbitos negociales (100 convenios de nivel inferior, de los que 21 son de empresa y el resto provinciales y comarcales), e introduce nuevos contenidos que aportan elementos de flexibilidad y modernización de las relaciones contractuales. Es un acuerdo con una vigencia hasta 2006 y supone la recuperación de un modelo basado en la concertación social, que garantiza la paz social y apuesta por la moderación salarial, la estabilidad en el empleo y la flexibilidad interna con la distribución de la jornada y la introducción de nuevos grupos profesionales. El objetivo es remontar la actual fase de desaceleración económica sin que se disparen los costes laborales y evitando la destrucción de empleo. No se trata de medidas coyunturales, sino que los agentes sociales expresan su compromiso de flexibilizar la estructura de la negociación colectiva, implantar un sistema retributivo más moderno que conjugue la productividad y competitividad de las empresas, la ganancia del poder adquisitivo de los trabajadores y la mejora de la calidad en el empleo.

En este sentido el pacto incorpora una dimensión dinámica del diálogo social manifestado en el compromiso de seguir negociando tanto la regulación del sistema de salud laboral y prevención de riesgos como el nuevo sistema de clasificación profesional que, superando la vieja ordenanza categorial, permite una clasificación más flexible y funcional en ocho grupos profesionales. Además avanza en la mejora de las contrataciones eventuales, al ampliar hasta 12 meses la duración de las mismas, fija la reducción de la jornada en un total de 20 horas en seis años, y establece una distribución flexible de la jornada adecuándola a las necesidades de producción.

Por lo tanto, y en total coincidencia con los acuerdos alcanzados en la Cumbre de Lisboa (marzo 2000), la patronal Confemadera viene apostando por trasladar a la realidad el principio de fomentar la cantidad y calidad del empleo y practicando el diálogo sectorial como base fundamental para la modernización de las relaciones laborales y la consolidación de la cohesión social.

Y precisamente, estos son los principios que inspiran el ambicioso Proyecto de Investigación sobre las relaciones laborales y la negociación colectiva en la industria europea de la madera, que actualmente está realizando Confemadera, financiado por la Unión Europea, en colaboración con la patronal de la madera CEI-BOIS y las organizaciones empresariales de los principales países de la Unión.

Este proyecto de investigación pretende comparar las 'buenas prácticas' en el ámbito europeo en materia de relaciones laborales así como detectar y conocer las nuevas tendencias que se derivan de los procesos de modernización que actualmente operan en otros países comunitarios. Se trata, por lo tanto, de un estudio liderado por Confemadera con la financiación europea a partir del cual, la Comisión Europea extraerá los principales objetivos y las recomendaciones que tendrán que seguir las empresas europeas en materia de empleo y diálogo social, con el fin de mejorar la competitividad empresarial y la cohesión social de la economía europea.

Francisco Pons es secretario general de la Confederación Española de Empresarios de la Madera.