Los centros vascos de FP darán clases por videoconferencia

El Departamento de Educación quiere integrar de lleno la enseñanza de la Formación Profesional (FP) en las nuevas tecnologías de la información. A partir del próximo curso, los alumnos de algunas ramas de FP recibirán clase a través de videoconferencia de una manera regular. Se trata de la primera experiencia de este tipo que se desarrolla en España a nivel de FP. En principio, serán los 46 centros integrales (los que disponen de todos los ciclos formativos) los que pongan en marcha la iniciativa, para generalizarla al resto de colegios e institutos.

De esta forma, un profesor de cualquier especialidad podrá impartir clase a varios centros al mismo tiempo. La infraestructura para ello ya está preparada casi en su totalidad. Los técnicos del departamento están instalando ahora los monitores de conexión y las cámaras en algunas clases para que apunten con exactitud a los alumnos que puedan plantear alguna cuestión al profesor que de la clase y éste les vea. Esta es una de las cuestiones que más problemas ha suscitado a la hora de aplicar la videoconferencia en otros ámbitos educativos, como es el de la universidad.

El viceconsejero de Formación Profesional y Aprendizaje, Jorge Arévalo, explicó a EL PAÍS las particularidades del proyecto, que incluye las conexiones con otros países, sobre todo, naciones con una lengua afín, como Chile. El país sudamericano está muy interesado en hacer intercambios a través de videoconferencia. 'Chile es el país de Sudamérica más avanzado en el campo de la formación profesional'. Además, el departamento tiene previsto conectar con Nueva Zelanda, el Reino Unido y con los países nórdicos, aunque lo hará de una manera más restringida al tener que utilizar el ingles.

No es un sustituto

Los centros se repartirán los temas a tratar, con lo que cada uno tendrá un número determinado de clases a impartir. Arévalo asegura que se trata de un planteamiento 'muy innovador'. 'La videoconferencia', añade, 'no va a sustituir a las clases. Se trata de un complemento muy interesante, que ayudará a motivar a los profesores y a los alumnos al romper con la monotonía de la clase tradicional con los apuntes y la pizarra de siempre. A partir del próximo curso, los estudiantes recibirán algunas clases de un profesor diferente al de todos los días y que conoce muy bien lo que da'. El alumno podrá preguntar en cualquier momento. Van a ser, por lo tanto, clases interactivas.

El siguiente paso consistirá en que sean las empresas las que puedan impartir materias y conocimientos a través de videoconferencia. Arévalo señala que los técnicos de una empresa determinada podrían dar la clase, de manera que los alumnos de los 46 centros se conectarán con esa persona. 'Se trata de utilizar las nuevas tecnologías en todas sus dimensiones, no sólo conectándonos a internet', indica satisfecho.

Junto a la introducción de la videoconferencia, los centros de Formación Profesional podrán disfrutar el próximo curso de una potente intranet a pleno rendimiento. Esta intranet facilitará la transmisión de conocimientos entre departamentos de un mismo centro, pero además permite la transferencia entre los institutos que integran la red.

Colgar en la Red

'Los profesores podrán colocar sus materiales más destacados en la red, en lugar de reservarlos únicamente para sus alumnos. Si todos cuelgan lo bueno que tiene cada uno, eso conlleva una mejora del conocimiento generalizado del conjunto del profesorado', indica Arévalo. Los profesores tendrán abundante material de consulta, pero también los alumnos, según apunta el viceconsejero. 'Un alumno podrá repasar desde el ordenador de su casa cualquier materia, la tendrá colgada en la red. Podrá acceder y consultar. Será un dispositivo específico para ellos'.

Los datos de matriculación de la Formación Profesional en los últimos años muestran como padres y alumnos han recuperado la confianza en este tipo de estudios. Casi la mitad de los estudiantes que terminan la enseñanza obligatoria a los 16 años escoge la FP como primera opción para proseguir sus estudios. Este porcentaje es del 37% en el resto de España.