Avanzit ofrece al SCH la toma de una participación de control para salvar la crisis
El banco, a través de Banesto, vendió hace cuatro años la antigua Radiotrónica
La crisis de Avanzit, antigua Radiotrónica, puede volverse cíclica. Los máximos responsables de la empresa, en suspensión de pagos, han propuesto a los 42 bancos acreedores canjear parte de la deuda de 221 millones de euros por acciones de la compañía. Una medida que, dado el nivel de riesgo que asumió en su día el SCH y la caída del valor de las acciones, le puede otorgar una participación de control. El banco, a través de la Corporación Banesto, controlaba Radiotrónica hace cuatro años, hasta que vendió su participación a Javier Tallada, Mesonero Romanos y un grupo de inversores.
La historia puede repetirse en la crisis de Avanzit, la empresa de tecnologías de la información que presentó suspensión de pagos la pasada semana, y que podría volver a estar en manos del SCH, que ya controló hace cuatro años Radiotrónica. Los responsables de la misma han propuesto a las 42 entidades acreedoras que la mejor solución para levantar la suspensión en un plazo máximo de cuatro meses y garantizar la propia supervivencia de la empresa es que acepten la entrada en el capital a cambio de cancelar parte de la deuda.
La propuesta va dirigida especialmente al SCH, el principal acreedor con un riesgo superior a los 50 millones de euros, que dado que la capitalización bursátil actual de Avanzit no alcanza los 60 millones de euros, le puede otorgar una participación de control. El accionariado de Avanzit está dominado por los antiguos propietarios de Telson (34%), Acciona (22%), Cartel (8,5%), el equipo directivo (6%) y accionistas minoritarios (PRISA, Deutsche Bank y otros).
Sin embargo, la propuesta no cuenta, por el momento, con la aprobación del banco, que puede hacerse con el control de la sociedad por una vía mucho más ejecutiva. En efecto, la entidad ha solicitado la cancelación del préstamo sindicado concedido en julio de 2001 por 90 millones de euros, por incumplimiento de los objetivos financieros a los que estaba sujeto. El problema radica en que nadie está interesado en quedarse ni con la matriz (Avanzit, SA) ni con la filial de telecomunicaciones (Avanzit Telecom), las sociedades que han suspendido pagos, y los únicos activos que codicia el banco son Avanzit Media (Telson) y Avanzit Tecnología, las divisiones rentables.
Los problemas por los que atraviesa Avanzit son casi reproducción de los que vivió Radiotrónica en la segunda parte de la década de los 90. Entonces, la Corporación Banesto, tras una fuerte inyección de fondos, saneó la empresa, que estuvo a punto de la quiebra, y, una vez saneada, vendió en mayo de 1998 el 50,1% de la compañía a dos grupos de inversores por 35 millones de euros, en una operación que levantó todo tipo de suspicacias.
Amistad con Villalonga
A la cabeza de la compra figuraron Javier Tallada y Guillermo Mesonero Romanos, presidente y vicepresidente de Puleva, que se hicieron con el 19,9% a un precio inferior al 50% de su cotización en Bolsa. No faltó quien recordó la relación de amistad y lejano parentesco de Tallada con Juan Villalonga, entonces presidente de Telefónica, empresa que representaba el 40% de la facturación de Radiotrónica. Unas suspicacias que se reprodujeron cuando, en junio de 1999, lanzaron una rocambolesca OPA (oferta pública de adquisición de acciones) hostil por Amper, empresa participada por Telefónica, que tuvo que detener la operación amenazando con suspender los pedidos a Radiotrónica.
Posteriormente, tanto Tallada como Mesonero Romanos salieron de Radiotrónica y vendieron sus participaciones a Nortel y otros inversores. La empresa, en aras de la diversificación, se lanzó a una carrera desenfrenada de compras como la productora Telson o las empresas de ingeniería TSIP y SGT, con inversiones superiores a los 300 millones de euros. La crisis de las telecomunicaciones y el alto endeudamiento hicieron el resto y cinco años después, la sociedad está donde estuvo, al borde de la desaparición.
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