_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un retroactivo ajuste de cuentas

Fue el 29 de octubre de 1998 cuando el pleno de la Sala Penal de la Audiencia Nacional debatió la jurisdicción extraterritorial española sobre los crímenes de las dictadura chilena. Era una jornada especial. En la prensa de ese día 29 se hablaba de una cosa: el día anterior, 28 de octubre, el alto tribunal de Justicia había resuelto en Londres que el ex dictador Augusto Pinochet, arrestado desde la noche del 16 de octubre a petición del juez Baltasar Garzón, gozaba de inmunidad. Aunque los mismos jueces ingleses permitían presentar un recurso de apelación ante el comité judicial de la Cámara de los Lores, la idea dominante era que Pinochet sería liberado en pocos días.

El magistrado Luis Martínez Salinas había expresado a sus colegas de la Audiencia Nacional, antes del pleno del día 29, su posición contraria a la jurisdicción española.

Más información
La Audiencia usa el 'caso Otegi' para anular la orden de detención de un ministro de Pinochet

El día 30 de octubre, Martínez Salinas y los otros diez magistrados votaron por unanimidad a favor de la jurisdicción española. Martínez Salinas dijo que la exposición de la profesora de derecho penal Carmen Lamarca sobre el delito de terrorismo le había resuelto todas las dudas.

Para sorpresa de muchos magistrados, los jueces lores resolvieron en noviembre de 1998 anular la inmunidad de Pinochet. Y empezó así el procedimiento de extradición.

El primer ajuste de Martínez Salinas vino con ocasión de la querella de genocidio en Guatemala, donde amenazó con votar en contra, lo que se evitó con una transacción. Ahora ha vuelto a la carga. El tema de la jurisdicción es todo lo discutible que se quiera. Pero las sentencias del Supremo no deberían ser tan tergiversables con semejante impunidad.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_