ELA reduce la huelga de hormigones de Vizcaya a la tercera parte de las empresas

La huelga indefinida en el sector de hormigones y canteras de Vizcaya se mantendrá de forma parcial. El sindicato ELA convocó entre ayer y el viernes asambleas en varios centros de producción y consiguió, según señaló Esteban Pereda, secretario general de Construcción y Madera de la central nacionalista, el apoyo a la continuidad del paro en 11 de las 29 empresas del sector en Vizcaya.

Pereda aseguró que las presiones patronales impidieron realizar huelga en la mayoría de los centros y que muchos trabajadores no respaldaron el mantenimiento de la protesta por la imposibilidad de continuar sin ingresos. ELA abrirá ahora negociaciones bilaterales en las compañías donde se mantiene el conflicto abierto para firmar convenios de empresa.

Estas canteras y plantas de hormigones entran en su séptima semana de huelga, y según los datos de la central, agrupan al 35% de la plantilla del sector. Pereda precisó que hay cinco canteras especializadas en mármol que desde el origen no han seguido la huelga y que es a las otras a las que ha planteado ELA continuar en huelga. El sindicato nacionalista asegura también que hay empresas que están dispuestas a negociar y ya se lo han manifestado, pero que quieren mantenerse en el anonimato dado que están sufriendo 'fuertes presiones' de la patronal vizcaína, Cebek.

Más allá de la decisión de ELA, el resto de centrales y la patronal consideran que la huelga ya está terminada. Los demás sindicatos sostienen que se celebraron hace más de una semana 24 asambleas y que en 21 casos se rechazó la huelga.

El 10 de abril, UGT, CC OO y LAB, con un 31% de la representación del sector, firmaron junto a la patronal provincial un convenio sectorial de eficacia limitada para el sector de hormigones y canteras. ELA, con un 69% de la representación, rechazó el acuerdo y decidió promover un huelga indefinida desde el día 15. Ahora la huelga, aunque sigue convocada para todo el sector, sólo se mantiene en dichas 11 empresas.

El presidente de la patronal vizcaína Cebek, José María Vázquez Eguskiza, aseguró ayer en Bilbao que la huelga en el sector de hormigones y canteras está 'desconvocada de facto'. Vázquez señaló en Bilbao durante el acto de firma de un acuerdo con la Diputación vizcaína que se está trabajando 'con normalidad desde la tarde del pasado jueves' y que, 'salvo alguna sorpresa de última hora', el sector vive una situación de normalidad. El dirigente empresarial destacó que el convenio de eficacia limitada, al no haber sido refrendado por la mayoría sindical, establece unas condiciones 'absolutamente satisfactorias' y 'anormales', por lo altas, 'en el contexto de cualquier negociación colectiva, no sólo aquí, sino en todo el Estado'.

El acuerdo recoge una subida salarial de un 5,2% el primer año y de un 150% del IPC el segundo. La jornada se reduce en 24 horas anuales y se escalona en una hora la entrada y la salida al trabajo. Además, se abre la puerta a los contratos a tiempo parcial.

El convenio afecta a todos los trabajadores del sector, unas 500 personas, salvo que expresamente soliciten que no se les aplique. ELA se opone a este acuerdo al considerar insuficiente tanto la subida salarial como la reducción de jornada, y censura tanto la contratación a tiempo parcial como la flexibilización de la jornada.

'Irresponsabilidad'

En todo caso, Esteban Pereda señala que es una 'irresponsabilidad' de la patronal provincial mantener una negativa completa a la negociación con el sindicato mayoritario. ELA considera que esa actitud de no negociación y de 'presión' sobre los trabajadores ha causado muchas perdidas tanto al sector como a las familias que viven de él.

'Los trabajadores estaban satisfechos con estas condiciones y necesitaban trabajar. Todos nos debemos felicitar de que un conflicto que estaba perjudicando seriamente a la economía vizcaína, va a solucionarse', afirmó Eguskiza. En todo caso, recalcó que este convenio 'no debe marcar la pauta' en cuestiones salariales y de reducción de horas en otros ámbitos, pues 'pondría en peligro la competitividad de otros sectores'.

El presidente de Cebek reconoció que esta huelga ha provocado enfrentamientos entre los propios trabajadores, 'porque se estaba perjudicando a cosas muy sensibles', pero valoró que, a pesar del grave perjuicio que se estaba causando a muchas familias, 'se han mantenido unos modos suficientemente civilizados'.

El coste del paro es difícil de cifrar todavía, aunque la facturación por cada día no trabajado asciende a cerca de un millón de euros. La huelga ha tenido unos efectos indirectos todavía mayores al paralizar buena parte de las obras de Vizcaya, tanto viviendas como en otras tan significativas como la nueva Feria de Muestras en Barakaldo. El hormigón es un producto de escasa vida. A las tres horas de producirse debe ser utilizado, motivo por el cual no se puede transportar a las obras desde lugares lejanos al de su producción.

Las empresas del sector no creen que se pueda recuperar el tiempo perdido dado que existen unas jornadas de trabajo tasadas tanto en el sector como en el de la construcción. La construcción en Vizcaya ocupa a 28.000 personas que se han tenido que ir de vacaciones o se les ha despedido. En todo caso, las empresas han prometido readmitirles una vez se solucione el conflicto.