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Renfe encarga 20 trenes para circular por la línea del AVE

El plan de la Generalitat para unir las capitales catalanas sigue estancado

El Gobierno catalán ha asegurado reiteradamente que la línea del AVE tiene que servir para que circulen por ella trenes regionales que alcancen los 220 kilómetros por hora. El anterior consejero de Política Territorial, Pere Macias, explicó el proyecto al Parlament al presentar del plan de transporte de viajeros. Mientras Renfe se prepara para dar este servicio y ha encargado 20 trenes que puedan dar estas prestaciones, la Generalitat no ha movido un dedo.

Un tren tarda no menos de dos años en ser construido, lo que impide que el Gobierno catalán disponga de ellos antes de 2005. Macias reclamó más de una vez que a la línea de la alta velocidad se la denominara 'de altas prestaciones'. Con ello pretendía que calara en la opinión pública la idea de que no estaba pensada sólo para el AVE. También debía servir para unir las capitales catalanas, dejando Barcelona a media hora de Girona y Tarragona y a menos de una hora de Lleida, Figueres y Amposta. La teoría ya está formulada, ahora sólo faltan los trenes y el dinero para pagarlos.

Mientras el Ejecutivo que preside Jordi Pujol avanza en el plano teórico, Renfe lo hace en la práctica. La empresa ferroviaria estatal ha licitado y adjudicado un lote de 20 trenes lanzadera que podrán circular por la línea de alta velocidad que se está construyendo entre Barcelona y Madrid. El concurso ha sido ganado por el consorcio Alstom-CAF y el importe del mismo asciende a 227,8 millones de euros (unos 38.000 millones de pesetas).

Renovación de unidades

Cada una de estas unidades estará formada por cuatro coches, con una oferta de 237 plazas. Ofrecerá clase preferente y turista, dispondrá de aire acondicionado, megafonía y otros servicios. Además, Renfe ha decidido ya la renovación de 19 trenes de los que prestan el servicio Catalunya Express. Las mejoras que hay que realizar en estos vehículos, todos ellos de la serie 448, costarán unos 12 millones de euros (sobre los 2.000 millones de pesetas). Los trenes prestarán también servicios regionales, aunque por la línea de ancho ibérico.

La pasividad del Gobierno catalán ha llevado al grupo parlamentario del PSC a preguntar cómo están las cosas y a presentar una proposición no de ley para reclamar la apertura de negociaciones con Renfe para pactar las frecuencias de uso en los tramos que unen las capitales catalanas. Un portavoz del Departamento de Política Territorial, de quien depende el transporte ferroviario, explicó que el Gobierno catalán no ha encargado trenes porque no sabe si podrá operar en esta línea y que esperará a que el Gobierno central se manifieste para tomar una decisión.

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