División en las entidades vecinales del Casc Antic sobre la biblioteca del Born

La Federación de Comercio del Casc Antic, integrada por 12 asociaciones de comerciantes situadas entre el Palau de la Música y el Pla del Palau, hizo pública ayer su posición respecto a la polémica sobre el futuro del viejo mercado del Born. 'Biblioteca sí, museu també' es el lema con el que han recogido unas 2.000 firmas que, aseguran, entregaron el pasado 8 de mayo a la concejal del distrito de Ciutat Vella, Cati Carreras-Moysi. Esta federación, que preside Pau Grau, considera que ambos equipamientos pueden convivir en el recinto del antiguo mercado. 'La biblioteca pública más grande de España tiene unos 8.000 metros cuadrados, y la de Barcelona, con el nuevo anteproyecto que prevé la cohabitación de restos y biblioteca, alcanzaría 12.000 metros cuadrados; nos parece una superficie suficiente', afirma Pau Grau. 'Pensamos que los restos son importantes y respetamos lo que han dicho arqueólogos, historiadores y la misma universidad, pero pensamos que los equipamientos son compatibles y sólo con el museo de los restos se perdería la oportunidad de tener un equipamiento único en Europa'.

Cambio de ubicación

También ayer, otra agrupación de asociaciones, en esta ocasión vecinal, se pronunció sobre esta polémica. Se trata de la Asociación en Defensa de la Barcelona Vella, el Foro Vecinal de la Ribera y la Asociación de Vecinos de Ciutat Vella. El presidente de esta última entidad, Pep Miró, señaló que su deseo sería que los dos equipamientos convivieran en el Born, pero si no es posible construirlos ambos en condiciones aceptaría que se busque una nueva ubicación para la biblioteca. 'Fuimos de los primeros que afirmamos que el patrimonio era intocable y que tenía que guardarse todo', dijo Miró. 'Cuando se construyó el aparcamiento de la calle de Comercio, mucha gente calló porque parecía que era un pecado interrumpir las obras olímpicas, pero al menos que se guarden los restos hallados en el Born, y más cuando durante estos años se han destruido tantas casas históricas en el barrio'. Estas asociaciones defienden que en la misma zona hay otros emplazamientos posibles para la biblioteca. 'No queremos que se recorte nada del actual Born y pensamos que es difícil situar un equipamiento de 15.000 metros cuadrados en un edificio que tiene sólo 8.000 metros cuadrados de superficie. Eso pone en peligro la arquitectura de Fontserè'.

Hay todavía una tercera entidad, la Plataforma de Entidades de la Ribera, que ya lleva recogidas más de 2.000 firmas pidiendo que se mantenga la idea original de instalar la biblioteca en el Born, si puede ser conservando también una parte de los restos arqueológicos. Esta plataforma es la más militante respecto a la necesidad de que la biblioteca permanezca en el viejo mercado y critica la destrucción del patrimonio histórico que ha sufrido el barrio en los últimos años. Esta plataforma, en un comunicado presentado el pasado 23 de abril, solicitaba que se calificara el barrio de la Ribera 'de interés histórico prioritario considerando su patrimonio como museo habitado de la ciudad'.