Kohl: 'El euro será la moneda de Londres en 5 años y de Zúrich en 10'

El ex canciller federal alemán, el democristiano Helmut Kohl, de 72 años, hizo ayer un llamamiento a favor de la ampliación de la Unión Europea (UE) y repitió su frase favorita de los días en que se debatía la entrada de España y Portugal: 'Una Europa sin Hungría y Polonia es un torso'. También pronosticó Kohl que en cinco años el euro será la moneda del Reino Unido, y en 10, la de Suiza. Kohl recibió ayer en Madrid el título de doctor honoris causa de la Universidad San Pablo-CEU.

El doctorado honoris causa con el que ayer invistieron a Kohl, en el salón de actos del CEU en Madrid, es el primero que concede esta universidad privada de inspiración católica. En un solemne acto académico, le entregaron a Kohl como libro de la ciencia una edición en alemán de La rebelión de las masas de Ortega y Gasset con el Prólogo para alemanes. Entre los discursos pronunciados ayer hubo desde las invocaciones marianas del canciller del CEU, Alfonso Coronel de Palma, hasta referencias a la política española del vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, que presidió el acto académico. Rajoy se refirió a la ley de partidos políticos que 'evitará a los que en su actividad justifican la violencia y el terrorismo' y a la inmigración, 'quizás uno de los fenómenos más importantes a escala mundial en estos momentos'.

Apadrinó al nuevo doctor el ex ministro de Asuntos Exteriores de España Macelino Oreja, quien destacó en su discurso laudatorio los méritos de Kohl: 'En los seis meses de presidencia [de la UE] de Helmut Kohl se habían adoptado más decisiones encaminadas a la unida europea, que en los seis años de estancamiento comprendidos entre 1974 y 1978'.

En su discurso de investidura como doctor honoris causa se pronunció Kohl por una Europa de la cultura común, que va más allá de lo material o de los problemas de los puestos de trabajo por importantes que sean: una Europa construida sobre la filosofía antigua, el humanismo, el cristianismo y la Ilustración. Se presentó Kohl como testigo directo de la entrada en Europa de la península Ibérica en 1986 y recordó a los agoreros que pronosticaban toda clase de efectos negativos. En este momento el ex canciller alemán se refirió a la ampliación y repitió su frase tópica de que una Europa sin los países de la ampliación 'es un torso', un cuerpo sin extremidades. Se pronunció Kohl por hacer sacrificios para cumplir las condiciones que permitan la ampliación y calificó de 'mezquino estar a favor de la ampliación, pero decir que no es el momento'. Según Kohl, existe una obligación moral por parte de aquellos que tuvieron la suerte de no sufrir la dominación comunista de ayudar a los países que ahora aspiran a entrar en Europa, a pesar de los problemas que esto entraña.

Para Kohl, no hay escapatoria posible de la casa común europea y la nueva moneda, el euro, es más que un medio de pago es 'un signo de identificación'. Se metió el ex canciller alemán a profeta y pronosticó que el euro será la moneda de pago 'en cinco años en Londres y en 10 en Zúrich'. El ex canciller democristiano alemán preconiza una Europa con una política común exterior y de seguridad: 'Tenemos que aprender a hablar con una sola voz. Sólo entonces nos tomarán en serio'.