Sharon trata de salir de la crisis por la destitución de cinco ministros
El primer ministro, Ariel Sharon, tiene poco menos de 24 horas para resolver la crisis que él mismo ha provocado al destituir en un ataque de ira y de manera fulminante a cinco de sus ministros del partido ultrarreligioso Shas (Interior, Asuntos Religiosos, Sanidad, Trabajo y Jerusalén) y cinco viceministros de otra formación religiosa, la Unidad de la Tora, en castigo por haber votado en el Parlamento contra un plan de austeridad económica para financiar la guerra contra los palestinos. Los ceses, que se harán efectivos esta noche, han mutilado al Gobierno de unidad nacional, que ahora sólo cuenta con 60 escaños de los 120 con que cuenta el Parlamento.
La destitución de los ministros del Shas y de los viceministros de la Unidad de la Tora provocó que el Gobierno de unidad nacional perdiera automáticamente el apoyo de 22 diputados del Parlamento, colocando al Gabinete que preside Ariel Sharon en una situación agónica, aunque con las constantes vitales mínimas aseguradas gracias sobre todo al apoyo de los 24 diputados laboristas. A este apoyo se le añade el de los 5 diputados del Centro, los otros 5 del Partido Nacional Religioso, los 4 de Israel Baliya, los 3 de Gesher y los 19 que tiene el propio Likud.
Nueva votación
Los ministros de Shas, que el lunes por la noche hicieron fracasar por 47 votos a 44 el plan de austeridad por el que Sharon pretendía recortar las subvenciones a las familias numerosas y ponía en peligro las ayudas del Estado a su red de escuelas, guarderías y hospitales, serán hoy convocados de nuevo en el Parlamento en una nueva votación del plan, convertido ahora en una moción de confianza o censura a Sharon.
Aunque oficialmente Sharon anunció que se negaba a negociar la compra de votos de Shas y que estaba dispuesto a arrastrar el riesgo de disolver el Parlamento y convocar elecciones, emisarios del primer ministro establecieron ayer por la tarde contactos secretos con el jefe espiritual de la organización, el rabino Ovadia Yosef, en un intento de asegurarse la mayoría parlamentaria y la continuidad del Gobierno de unidad nacional. En el caso hipotético y poco probable de que el primer ministro no llegara a un acuerdo con los ultraortodoxos, se vería obligado, para no tener que convocar elecciones anticipadas, buscar el apoyo de formaciones nacionalistas laicas, entre ellas Shinui e Israel Beituni, en total siete diputados.
[Por otra parte, un grupo hasta ahora desconocido, el Movimiento de los Nacionalistas Libaneses, se responsabilizó ayer del atentado con explosivos que el lunes costó la vida en Beirut al dirigente palestino Yihad Yibril, informa Efe. Yibril, hijo del líder y fundador del Frente Popular para la Liberación de Palestina- Comando General, murió al estallarle una carga explosiva colocada bajo el asiento de su coche, en una operación tras la que fuentes palestinas ven la mano de Israel].
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