Un líder liberal de Alemania es acusado de antisemitismo

Apenas una semana después de haber celebrado un triunfalista congreso en el que, por vez primera, designó un candidato a la cancillería, el Partido Liberal Democrático (FDP) alemán está sumido en una severa crisis originada por las posturas abiertamente antisemitas en su dirección regional de Renania del Norte-Westfalia, el más populoso de los Estados federados alemanes.

En continua alza en los sondeos, de realizarse próximamente las elecciones previstas para el 22 de septiembre, el FDP podría hacerse con más del 10% de los votos, casi el doble de su media histórica.

La polémica estaba servida desde antes del congreso celebrado en Mannheim, pero la semana pasada se expandió como gasolina: Jürgen Möllemann, uno de los pesos pesados del partido en Renania del Norte-Westfalia, ha decidido acoger entre sus filas a un diputado regional y ex integrante de Los Verdes, Jamal Karsli, de origen sirio, quien considera que los israelíes aplican 'métodos nazis' y cree que los medios están controlados por un 'lobby sionista'.

Möllemann, que ya en el pasado había lanzado virulentas críticas contra Israel y que desde hace años preside una asociación de amistad germano-árabe, una y otra vez ha defendido esta afiliación, considerada intolerable por la vieja guardia de los liberales y por el Consejo Central de los Judíos en Alemania. En su defensa de Karsli, el veterano político ha atacado al vicepresidente del Consejo Central de los Judíos, Michel Friedman, al que ha acusado de instigar el antisemitismo con 'sus maneras intolerantes y odiosas'. El caso Karsli ha desatado una verdadera tormenta de reproches, acusaciones y hasta denuncias penales contra el FDP por parte de sus competidores políticos.