20 ministros de Arafat se rebelan contra el presidente
Una veintena de ministros palestinos, de los 30 que componen el Gobierno han iniciado una rebelión abierta contra el presidente Yasir Arafat. Le piden la disolución inmediata del Gabinete, la remodelación del Ejecutivo y la formación de un equipo de técnicos capaz de preparar con honradez y transparencia el proceso electoral. Los ministros sublevados dirigieron la pasada semana una carta en este sentido al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, en la que además planteaban la renuncia de sus cargos, lo que no fue aceptado.
Los ministros disidentes están además preocupados e indignados por otras dos anomalías políticas importantes; en primer lugar, por la guerra abierta entre los responsables de seguridad por el control de la futura plataforma unitaria, y en segundo lugar, por el poder absoluto de algunos de los validos y consejeros de Arafat, cuyas decisiones y actuaciones interfieren en el debate sobre la reforma. Entre estos validos se halla el empresario Mohamed Rashid, que el presidente envió semanas atrás a EE UU a negociar el alcance del proceso de reformas. Dirigentes de Al Fatah pidieron hace pocos días la detención y proceso de Rashid, considerado uno de los elementos más corruptos de la cúpula palestina.
Esta rebelión ministerial supone la crisis política interna más grave en la que se encuentra sumido Arafat, desde que en 1996 se inició el proceso de autonomía. La situación tiene, sin embargo, un precedente, junio de 1997, cuando a raíz de un informe del fiscal general de los territorios se descubrieron casos graves de corrupción en diversos ministros y ministerios. Un sector del Gabinete y una mayoría de los diputados del Parlamento pidió a Arafat la disolución del Gobierno y la constitución de un equipo 'más limpio y honesto'.
Decisión patética
Dos años después, presionado por las acusaciones de corrupción, Arafat se dignó a dar un paso, pero fue una decisión patética y ridícula, ya que confirmó en la mayoría de sus cargos a los ministros corruptos. Un grupo muy reducido de ministros, que lideraron la rebelión, presentó su dimisión irrevocable. Ayer en Ramala, mientras se especulaba ya con la dimisión inminente de siete ministros, el portavoz del Gobierno, el ministro de Comunicación Yasir Abed Rabbo, desmentía los rumores, trataba de desdramatizar la situación y recalcaba que 'no hay renuncia de los ministros' y que la única efectiva era la del responsable de relaciones con el Parlamento, Nabil Amr, de 53 años, dirigente de Al Fatah y ex embajador en Moscú. Amr dimitió, después de pedir insistentemente y en vano que líderes palestinos de la diáspora vinieran a colaborar en el Gobierno y relevaran al equipo actual.
'El proceso de reformas se pondrá en marcha en dos semanas', insistía ayer Rabbo, al tiempo que recalcaba las dificultades logísticas para celebrar las elecciones debido a la ocupación israelí y el bloqueo de las ciudades palestinas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.