Un hombre mata a cuchilladas a su esposa y se entrega en Almería

La violencia doméstica se ha cobrado una nueva víctima mortal, esta vez en Almería. En la madrugada del jueves, un hombre de 37 años, J. A. I. H, acudió a comisaría para confesar que había apuñalado a su esposa, C. F. P., de 32 años. La agresión mortal se originó durante una discusión en su domicilio, en el barrio de El Puche. Los cinco hijos del matrimonio están a cargo de los servicios sociales desde 1997 por desamparo.

Hacia las tres y cuarto de la madrugada de ayer, el agresor le dijo a los agentes de la Comisaría de Almería que había matado a su esposa después de mantener con ella una fuerte pelea 'por asuntos matrimoniales'.

Los hechos ocurrieron a las diez de la noche en el interior de una vivienda de El Puche, un barrio empobrecido de la capital almeriense. Según algunos vecinos de la zona, la pareja se había separado durante algún tiempo, pero desde unos días ambos compartían techo de nuevo. Ningún residente oyó la disputa.

Según la confesión del agresor, lo que comenzó como una discusión de pareja derivó en pelea. El hombre cogió un par de cuchillos y asestó varias puñaladas a su esposa, quien falleció casi de inmediato. Cuando se dio cuenta de que había matado a su mujer, el agresor se cambió de ropa, se lavó, introdujo en una bolsa los cuchillos que había utilizado en el homicidio y las prendas que se acababa de quitar. Dejó el paquete junto al cadáver, cerró la puerta del domicilio y se fue a la comisaría para entregarse. Ésta es la versión del homicida confeso, pero el hecho de que tardara alrededor de cinco horas en personarse ante la policía y de que recogiera los cuchillos y su ropa ensangrentada, hace pensar a los investigadores en la posibilidad de que el hombre llegara a plantearse la fuga.

La policía verificó la confesión cuando los agentes se personaron en la vivienda de la víctima. Tras abrir la puerta de la casa con las llaves que les facilitó el propio agresor, encontraron el cadáver de la mujer y la bolsa con los dos cuchillos y la ropa manchada.

Algunos vecinos del barrio de El Puche sostenían ayer que el detenido era adicto a alguna droga. Cuando se presentó ante la policía para confesar el crimen, el hombre aseguró haber ingerido diversos fármacos. La policía le trasladó al hospital Torrecárdenas de Almería, en donde se le realizaron diversos análisis que descartaron cualquier riesgo para su vida.

El matrimonio tenía cinco hijos, dos varones de 6 y 13 años y tres niñas de 8, 10 y 14 años. Una sexta hija murió dos meses después de nacer. Ninguno vivía con sus padres. Los servicios sociales de la Junta de Andalucía se hicieron cargo de los menores en 1997, por considerar que se encontraban en una situación de desamparo.

El crimen de Almería eleva a 20 el número de mujeres muertas a manos de su pareja en lo que va de año, según los datos oficiales. La Red de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género eleva la cifra en diez casos más. El año pasado, al menos 46 mujeres fallecieron a causa de la violencia de sus maridos o compañeros. Los planes contra la violencia doméstica no han logrado reducir la cifra de muertes.