Democracia y cacharrería de lujo
Afirma George Lucas a quien quiera oírle que no inauguró la saga de las galaxias por el comienzo cronológico de su historia porque, en los años setenta, la tecnología disponible no le permitía hacerla como la imaginó. Más allá de coartadas más o menos legítimas, lo cierto es que ya la primera parte del asunto, La amenaza fantasma, que fue la cuarta que conocimos, y la anterior a la que hoy nos ocupa, daba apabullantes muestras de maestría tecnológica; casi tanta como escasa destreza para seguir la onda de las tres primeras entregas, al menos en lo que a sentido del humor y capacidad de sorpresa se refiere.
O, dicho de otra forma, que lo que nos devuelven los años pasados es a un Lucas más grave y mucho menos juguetón. Bien sea por el inmenso trauma pos-11 de septiembre, bien porque desde siempre ha anidado en su interior una fuerte voluntad de discurso político, lo cierto es que la segunda parte de la saga, este Ataque de los clones, se ha hecho más explícita y al tiempo densa: espesa casi; más cargada de soflamas sobre los riesgos que corre la democracia, ese tema tan de hoy mismo, y la tentación dulcemente totalitaria; dichos todos ellos, eso sí, por quien sabemos que se convertirá, ya en el próximo episodio, en el siniestro Darth Vader (el recién llegado Hayden Christensen, un reclamo para adolescentes enamoradizas). Pero también más incisiva en lo que tiene que ver con la peripecia amorosa, tanto como para ser la más explícitamente romántica de las entregas de la serie (aquí se luce la hermosa Natalie Portman: hay para todos); y más enredada en lo que hace a la explicación de complós, alianzas y otras cargas argumentales.
STAR WARS II: EL ATAQUE DE LOS CLONES
Director: George Lucas. Intérpretes: Ewan McGregor, Hayden Christensen, Natalie Portman, Samuel L. Jackson, Christopher Lee. Género: ciencia-ficción, EE UU, 2002. Duración: 136 minutos.
Por el camino, se ha cambiado aún más humor por espectáculo, sin que éste, es obvio, haya estado nunca ausente del asunto: sin él, la saga sencillamente no existiría. De ahí que lo más deslumbrante de esta entrega sean los efectos especiales: las luchas estratosféricas, las persecuciones, la brillante escena del combate entre el minúsculo Yoda y el hipervillano Christopher Lee: la creación de un espacio fílmico siempre sorprendente y cambiante, tanto como para, al final, acabar con un cierto empacho visual en las retinas.
A esa capacidad inventiva, que en ocasiones tiene regusto ajeno -huele un poco a Gladiator, otro poco a Indiana Jones, bastante a Matrix- a las criaturas creadas hace tantos años -tantos como para que las sintamos ya parte de la familia- y al viejo recurso del suspenso sobre la continuación de las aventuras apela como máximo gancho un filme que no disgustará a los amantes de la saga... a condición de que olviden la primera, y soporífera, hora del metraje.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La Justicia de Estados Unidos sentencia al Guacho, yerno del Mencho, a 11 años de prisión
El Rayo celebra con un festín de goles ante el Drita su pase a octavos de la Conference
Finabien Paisano: las claves del programa dirigido a migrantes que envían remesas
El Valencia Basket, muy incómodo en Israel, cede ante el Maccabi
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16




























































