¿Adónde se fue la libertad?
Ayer no fui libre. En la universidad pública vasca se celebraban las elecciones al claustro de la misma. Ikasle Abertzaleak (sindicato de estudiantes aberzale) promovía la abstención como protesta ante la LOU y la pérdida de representación de los estudiantes
en este órgano de gobierno. Muy respetable decisión, aunque, en mi opinión, inútil al poder perder la poca representación que nos queda gracias al señor Aznar.
Pero cuál fue mi sorpresa que, al ir a votar, a la entrada de la sala estaban los aberzales controlando a la gente que entraba y poniéndonos carteles en nuestra cara donde se nos acusaba de estar del lado de Aznar, mirándonos de arriba abajo con cara de desprecio. A muchos de estos que ayer me acusaban con la mirada me los encuentro en el autobús por las mañanas.
Sé que esta anécdota es insignificante en comparación con la situación de muchas otras personas en este país, pero a mis 19 años fue la primera vez que me sentí directamente oprimida. Pude experimentar un poco más en mis carnes las situaciones que sufren muchas personas. Y me sentí triste.
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