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Seis mil vecinos del barrio del Cristo de con un paro femenino del 61% siguen sin guarderías

Un estudio sociolaboral asocia el elevado desempleo con la falta de prestaciones sociales

Los 1.500 hogares que existen en el deprimido Barrio del Cristo -un enclave urbano situado a 15 minutos de Valencia capital entre los polígonos industriales de Quart de Poblet y Aldaia- no tienen ni una sóla escuela de educación infantil, ni pública ni privada, para los 150 niños de menos de 4 años censados. Este barrio declarado de 'acción preferente' con 5.948 habitantes (4.173 en edad laboral) padece una alarmante tasa de paro femenino del 61,3% que -según el último estudio y único realizado en diez años- está íntimamente relacionado con la falta de servicios sociales y el recorte de prestaciones.

Este barrio dejado de la mano de Dios -al que se llega desde Valencia por la moderna autopista A-3 que enlaza directamente con la avenida principal Juan Ramón Jiménez (para mayor ironía) convive hoy con el flamante centro comercial Bonaire de Aldaia inaugurado el año pasado por varios miembros del equipo de la Generalitat Valenciana- sigue siendo, pese a las promesas electorales anunciadas por el propio presidente Eduardo Zaplana hace cuatro años, 'una estación de tren inexistente', resume el escritor y activista social, Enrique Falcón.

El déficit de servicios públicos educativos, sanitarios y de asistencia social acumulado en el último quinquenio de 'recortes' presupuestarios -según corroboran los datos aportados por la Coordinadora de Asociaciones de Vecinos, el relato de las madres que claman por una escoleta que atienda a los más 150 niños de menos de 0 a 3 años y el clamor de los propios chavales de pantalón corto y megáfono en mano que el pasado 2 de mayo en las puertas de la Consejería de Educación: '¡Quién quiera una guardería, que grite!'- no han hecho mella en los funcionarios de Administración educativa. La consejería no ha respondido aún a la petición para que en septiembre se habiliten cuatro aulas y se pueda matricular a los 78 niños, cuyas madres solicitan una escoleta infantil con urgencia.

La Mancomunidad Intermunicipal de Quart-Aldaia, de la que dependen, está dispuesta a pagar las reformas necesarias para habilitar cuatro aulas de Infantil y un patio de recreo adecuado en el interior del colegio público de El Carmen, aprovechando que los alumnos de primer ciclo de ESO han sido trasladados por el Consell a unos barracones mientras se construye un instituto. Sin embargo, 'la respuesta de los jefes de servicio de Educación ha sido que no pueden hacerse cargo de los 72.121 euros al año (12 millones de pesetas) para costear el contrato de un profesor de Infantil, dos técnicos de FP y un asistente', confirma José Moreno, de la Asociación de Vecinos.

Por si esto no bastara, un exhaustivo Estudio socio-laboral del Barrio del Cristo realizado por la Mancomunidad y el Departamento de Acción Social de CC OO entre el último trimestre de 2000 y el primero de 2001 -el único estudio realizado en 10 años, desde que se hicera el último en 1993 cuando la Generalitat lo declaró Barrio de Acción Preferente- arroja un panorama desolador: con una tasa de paro femenino del 61,3%. Las posibilidades de trabajo para estas mujeres se agrava, ya que sólo el 41% posee carné de conducir y de éstas sólo el 68,7% tiene vehículo propio para desplazarse, en una zona que no tiene trenes de cercanía, ni metro, ni servicio de taxis propio. Sólo bus.

'Esto supone una clara limitación de cara a la obtención y el mantenimiento de un puesto de trabajo por parte de las mujeres, a las que resulta más complicado por la falta de medios de transporte (dadas las deficiencias del transporte público)', sostiene el informe. A esto se añade el bajo nivel de formación de las encuestadas. El 9% no tiene ningún estudio (el doble que la media nacional) y el 69% sólo terminó su formación básica. 'Todos estos datos indican que la inserción de la mujer en el mercado laboral es más difícil en zonas tan desfavorecidas como el Barrio del Cristo, donde gran parte de éstas no trabajan debido a su bajo nivel formativo, escasa motivación y porque las cargas familiares no facilitan su inserción laboral'.

'El lugar que no existe'

'Un día a Zaplana le dió por venir al barrio, en plena estación preelectoral. Eligió el Barrio del Cristo -por donde ni un tren pasa, ni jamás ha pasado- para presentar el último diseño fantástico de red ferroviaria', relata Enrique Falcón, residente desde que hace años unos chavales del barrio le enseñaron cómo 'un viejo león tiritaba de frío en una fábrica dormida'. Aquel 27 de octubre de 1998, el presidente de la Generalitat 'salió por piernas, entre corrido y desconcertado' después de un mitín ante 'el abucheo de los vecinos'. Y no ha vuelto. 'La mitad de jóvenes está en el paro. El instituto no está terminado. Se ha reducido la subvención para la Escuela de Adultos de 4 millones a 400.000 pesetas. Los servicios sociales del barrio cada vez tienen menos presupuesto'. El club de ancianos sigue sin existir, y las ayudas para construir una piscina municipal son agua mojada. 'El barrio en el que vivo no existe', dice Falcón. 'No existe el patio de monjas con su árbol herido. No existen las piedras pintadas de rojo de la antigua guardería. Se podría decir que su invisibilidad es consecuencia de su abandono'.

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