La nueva HP se presenta en sociedad

Los directivos y trabajadores de HP y Compaq han pasado ocho meses en silencio a la espera de que acabaran las batallas entre los accionistas que aprobaban o desaconsejaban su fusión, la mayor de la historia de la informática. El pasado martes, el día en que la unión se hizo oficial, los responsables de la nueva HP presentaron unos 200 nombramientos y el diseño de los productos de los próximos tres años. El mensaje es: 'Estamos listos'.

La compra de Compaq, valorada en 25.000 millones de dólares en septiembre, vale ahora unos 18.600 millones

Desde que se anunció la fusión entre Hewlett-Packard y Compaq, el 4 de septiembre, ambas empresas han estado a la espera de que las autoridades de defensa de la competencia, primero, y los accionistas, después, dieran el visto bueno a la compra. Ha sido un periodo duro, según confirma Juan Soto, presidente de la antigua y la nueva HP Iberia. La crisis del mercado tecnológico se ha sumado a la incertidumbre propia de cualquier proceso de integración, a la que, además, hay que añadir una durísima batalla pública entre Walter Hewlett, el hijo de uno de los fundadores y contrario a la fusión, y Carly Fiorina, la presidenta de HP, que se jugaba su prestigio y su trabajo en esta operación. 'Hemos pasado por una etapa muy dura', explica Soto, 'pero nos ha servido para fortalecer nuestra voluntad y conseguir casi lo imposible'.

Según explican Soto y el nuevo consejero delegado de HP Iberia, Santiago Cortés -antiguo director general de Compaq en España-, lo 'imposible' era que los clientes, proveedores, socios y empleados de ambas compañías no salieran quemados de los ocho meses de incertidumbre que han rodeado esta fusión. Algunos competidores han aprovechado para ahondar en la herida; en octubre, Michael Dell aseguraba que su empresa, el primer vendedor del mundo de ordenadores personales, había robado 27 clientes a HP y Compaq en un mes. HP explica que también ella le ha robado clientes a Dell, y que ha firmado contratos de 5.000 millones de dólares en los últimos 90 días.

Los directivos se esfuerzan en explicar que los trabajadores de ambas compañías han seguido compitiendo y logrando clientes sin que, aparentemente, les afectaran las dudas sobre la operación y su propio futuro profesional: la compañía ya anunció en septiembre que despedirá a 15.000 de sus 150.000 empleados. 'Puede haber cierta inquietud entre los trabajadores', explica Cortés, 'pero el debate en el accionariado no ha afectado en absoluto a las operaciones en España'.

HP Iberia, asegura Juan Soto, ha mantenido un crecimiento de 'doble dígito'. La nueva compañía fusionada tiene 2.427 empleados, y los directivos aseguran que desconocen cómo afectará a España la reestructuración de plantilla. 'Hay duplicidades que habrá que reducir lo antes posible, pero HP y Compaq eran ya dos compañías muy saneadas, muy eficientes', explica Cortés. La empresa se ha marcado un periodo de entre 3 y 18 meses para completar esa reestructuración. Los comités de empresa de las filiales europeas, que tampoco conocen el alcance del ajuste, tienen previsto reunirse a finales de este mes para estudiar conjuntamente el asunto.

Lecciones aprendidas

La nueva HP sí ha querido dejar claro todo lo demás. La compañía ha aprendido una lección de las múltiples fusiones indigestas que ha habido en el sector informático, que fracasaron, en buena parte por posponer indefinidamente decisiones sobre los productos de cada compañía por los que había que apostar o los directivos que había que elegir. El pasado martes, cuando la compañía fue presentada oficialmente a empleados, periodistas, clientes y analistas bursátiles, Carly Fiorina y Michael Capellas, la nueva presidenta y consejero delegado de la compañía, respectivamente, presentaron múltiples documentos explicando las decenas de decisiones que habían tomado.

La nueva HP ha nombrado ya a todos sus directivos regionales y de cada país, y a los responsables de las 100 mayores cuentas de la compañía. Desde el martes, todos los empleados de la empresa pueden comunicarse a través de una intranet común y tienen direcciones de correo electrónico de la nueva HP. La empresa presentó, asimismo, un mapa sobre los productos que utilizará en los próximos tres años, y ha explicado su nueva estructura orgánica, dividida en cuatro áreas de negocio -sistemas para empresas, servicios, imagen e impresión, y sistemas personales-. 'Éste ha sido, quizá, el lanzamiento más pensado y reflexionado de la historia del sector', concluye Soto.

El proceso de selección de personas y productos ha sido intenso y complejo; se ha prolongado durante los últimos seis meses y ha estado en manos de los directivos de mayor experiencia y conocimiento en ambas compañías. HP organizó 16 clean room -'salas de desinfección'-, ocho de ellas relacionadas con las áreas de negocio y productos clave, y el resto dedicados a temas comunes como recursos humanos, tecnología o finanzas. Juan Soto ha presidido, junto con un directivo de Compaq, una de las salas, la dedicada a los sistemas para empresas en el mercado europeo. Un trabajo 'interesantísimo', explica Soto, que ha debido mantenerse completamente desconectado de las operaciones de HP en España. Los responsables de la fusión discutían entre ellos, pero debían mantenerse al margen del día a día ya que manejaban información confidencial de dos compañías que, hasta el pasado martes, eran competidoras. 'Todo el equipo trabajaba como si ya formara parte de la misma compañía', explica Soto. 'Han sido muchas horas de reflexión y debate', continúa Soto, que cree que este trabajo previo ha permitido a la compañía presentarse en sociedad con un proyecto y un equipo directivo definidos.

La Bolsa ha bendecido el nacimiento de la nueva HP con una subida del 15% en cuatro días, aunque la operación, valorada en 25.000 millones de dólares en septiembre, vale ahora 18.600. A partir de ahora, los equipos de Compaq y HP en España comenzarán a trabajar juntos en las diversas oficinas de la compañía, ya que aún no hay confirmada una única sede. El objetivo de la nueva HP es extender su poder a toda la geografía española y a las pymes, ahí donde también quiere llegar su gran competidor, IBM.

También hay que convencer a los que, como los herederos de Hewlett y Packard, creen que la fusión supone la pérdida del famoso espíritu HP, la libertad de creación, frente a unos intereses económicos que implican miles de despidos. Dave Packard ofició esta semana un simbólico funeral por HP, fundada en 1939 en un garaje californiano. Frente a la idea de Fiorina de que el mercado tecnológico nunca vivirá los crecimientos de los 90, y de que nuevos tiempos requieren nuevas compañías, Packard aseguró: 'Es difícil creer que vayan a inventar algo mejor que lo han encontrado'.