Miles de pacifistas israelíes piden en Tel Aviv la salida del Ejército de los territorios palestinos

Unas 60.000 personas, según la policía de Israel, y 100.000 según los grupos israelíes convocantes, participaron ayer en una multitudinaria concentración pacifista en Tel Aviv bajo el lema 'Devolver los territorios ocupados por Israel', en demanda del fin de la ocupación israelí en los territorios palestinos.

La manifestación había sido convocada por una coalición de fuerzas políticas de la izquierda, liderada por el partido Meretz, las palomas del laborismo, las plataformas Paz Ahora y Hay un Límite, una docena de organizaciones cívicas, que en Israel son tildadas de izquierdistas. 'Tenemos que liberarnos de la ocupación, tenemos que liberarnos de la colonización', declaró el diputado de izquierda Yosi Sarid, líder de la oposición en el Parlamento israelí. Ésta ha sido la movilización más importante efectuada por los sectores pacifistas en Israel desde que hace un año y medio se iniciara la Intifada.

'Por la salvación de Israel, retirémonos de los territorios palestinos' era el lema esgrimido ayer por la tarde por millares de pacifistas israelíes que se concentraron en la plaza Isaac Rabin, en el centro de Tel Aviv. Los manifestantes llevaron banderas palestinas, retratos de Rabin y, sobre todo, pancartas en las que se hacía alusión al proceso de paz, a los acuerdos de Oslo y que pedían la rehabilitación política de Yasir Arafat, como contraparte a unas negociaciones.

La manifestación estuvo protegida por un cordón policial impresionante compuesto por más de 1.400 agentes, apoyado por militantes de las organizaciones convocantes, que trataban así de impedir que los grupos de la extrema derecha los atacaran o provocaran incidentes.

Horas antes de que se iniciara la manifestación, grupos clandestinos judíos, vinculados al ilegal movimiento del rabino Kahana, habían amenazado de muerte a los convocantes, así como a la cantante Yaffa Yarkoni, que se había comprometido a participar en la concentración.

Amenazas contra pacifistas

Yarkoni ha sido la penúltima víctima de la caza de brujas desencadenada por los sectores radicales israelíes contra aquellos sectores de la sociedad que critican la actuación del Ejército. Esta cantante, septuagenaria, especializada en la interpretación de canciones patrióticas, criticó semanas atrás en publico la ofensiva militar contra las ciudades palestinas en Cisjordania, lo que provocó una tempestad política y que se vio castigada con la rescisión de todos sus contratos.

El caso Yarkoni no es un hecho aislado. En las últimas semanas, numerosos suscriptores se han dado de baja del periódico Haaretz, vinculado al partido laborista, editado en Tel Aviv y considerado como uno de los portavoces de la sociedad liberal israelí, desde cuyas páginas se critica en muchas ocasiones las acciones de guerra contra los palestinos.

Según la policía, nunca se había registrado tal número de amenazas contra los participantes en una manifestación desde que en 1983 se registró el primer asesinato político de Israel en la persona de un ultraderechista. En aquella manifestación se protestaba contra el entonces ministro de Defensa y actual primer ministro de Israel, Ariel Sharon, y la guerra en el Líbano.