La constitución de la gestora local cierra un año de crisis en Zumarraga
Cinco representantes del PSE y uno popular toman posesión
La toma de posesión de los seis nuevos miembros (cinco del PSE-EE y uno del PP) de la gestora municipal de Zumarraga (Guipúzcoa) puso ayer fin a la crisis vivida en esta corporación desde el asesinato del edil popular Manuel Indiano, que originó hace un año la dimisión masiva de los ediles socialistas, seguida de otros abandonos en EA y Batasuna. Para los socialistas, fue un pleno de reafirmación democrática.
La presencia en Zumarraga del nuevo secretario de los socialistas vascos, Patxi López, acompañado por una nutrida representación de dirigentes de su partido en Guipúzcoa, revelaba la importancia simbólica que tiene para este partido recuperar la normalidad municipal en la localidad como 'acto de reafirmación democrática frente al terror'. Zumarraga, un enclave industrial de 10.835 habitantes, fue el bastión socialista en la comarca del Alto Goiherri hasta las municipales de 1999, en las que perdió la alcaldía a costa de EA-PNV por 235 votos de diferencia.
El ex alcalde socialista Antton Arbulu ha sido el impulsor de esta restauración municipal que devuelve a los socialistas y al PP la representación que obtuvieron en las urnas, diezmada durante este último año por el terror de ETA. Junto a Arbulu, tomaron ayer posesión la senadora y miembro de la ejecutiva socialista vasca Elvira Kortajarena; el responsable de organización del PSE guipuzcoano, Miguel Ángel Morales; la juntera Lucía Querido y el militante Alfonso Segade. La popular Julia Tercero sustituye al edil Manuel Indiano, asesinado en agosto de 2000.
Los seis nuevos representantes, ninguno de los cuales fue candidato en las elecciones de 1999 en ese municipio, se incorporan al consistorio con todas las competencias de un concejal electo. 'Los cinco socialistas van a funcionar con el mismo sistema que regía antes de las dimisiones. Arbulu ya ha asignado a cada uno de ellos las comisiones informativas de las que formarán parte', precisó el líder del PSE guipuzcoano, Manuel Huertas. Los nuevos representantes se comprometen a acudir con regularidad a las comisiones y a asistir a los plenos que mensualmente se celebran en el municipio.
La corporación está gobernada en minoría por EA-PNV (seis ediles) e IU (uno), mientras que en la oposición se encuentran el PSE-EE (cinco concejales), PP (dos) y Batasuna (tres).
El alcalde, Aitor Gabilondo, se mostró satisfecho por 'el restablecimiento de la normalidad desde el punto de vista de la representantividad', pero admitió que 'no es una situación ideal'. Gabilondo espera que a las próximas municipales puedan concurrir 'todos los partidos', incluida Batasuna, 'en condiciones de igualdad'.
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