'Les recordaremos siempre'
Rusia homenajea en Bilbao a nueve 'niños de la guerra' que sufrieron la segunda contienda mundial
Pocos de los que ayer presenciaron cómo nueve niños de la guerra eran condecorados en Bilbao por el encargado de negocios de la Embajada rusa en España pudieron evitar que los ojos se les humedecieran. Fue un acto íntimo. Además de los homenajeados, asistieron al acto una veintena de aquellos niños que se vieron obligados a huir de la guerra civil a un lugar que se convirtió en su 'segunda patria', donde poco después tuvieron que vivir el horror de la Segunda Guerra Mundial y donde algunos aún tienen hijos y nietos.
- '¿Usted en qué frente estuvo?', preguntó a modo de saludo uno de los presentes al llegar al hombre sentado a su lado.
- 'En Leningrado. ¿Y usted?
- 'Yo, en Bielorrusia'.
De pronto, apareció una mujer y empezaron a intercambiar con tremenda fluidez frases en ruso. Luego, ya en castellano, hablaron de las vidas de otros españoles trasterrados.
'Vengo a decirles que el pueblo ruso les recuerda y les recordará siempre, que no hemos olvidado nada ni a nadie'. La frase resume lo que, primero en ruso y después en perfecto castellano, les transmitió a estos ancianos y ancianas el encargado de negocios de la Embajada, Yuri Klimenco.
Cinco supervivientes del sitio de Leningrado fueron condecorados por sobrevivir a aquellos '900 días', 'una hazaña comparable a luchar en el frente', en palabras de Klimenco. A una de las homenajeadas, Carmen Ledesma, no se le olvida el hambre que pasó allí.
Félix Vicente Hernáiz, tocado con chapela, una elegante corbata azul marino con enormes topos rojos y varias insignias en la solapa, recogió ayer otra más, ésta en recuerdo del 50º aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial. El obsequio incluía una cantimplora verde oliva llena de vodka, una agradable sorpresa para más de uno. Hernáiz recordaba después en los pasillos de la biblioteca de Bidebarrieta, que acogió el homenaje, que tenía 16 años cuando se alistó voluntario al ejercito soviético para combatir a los nazis: 'Nuestros amigos rusos de la casa de jóvenes se alistaron y nosotros, por no quedarnos solos, pues también'.
La fecha elegida para el acto también tenía su significado: ayer era el aniversario de 'la victoria contra el fascismo' en la Gran Guerra Patria, el nombre con el que los rusos conocen a la segunda contienda mundial. Juan Manuel Eguidazu, también condecorado ayer, precisaba a quien quisiera escucharle que la 'capitulación incondicional de los alemanes' se produjo en realidad el 5 de mayo, no el 8, fecha en que se conmemora.
Otros recibieron la medalla del mariscal Zhukov, responsable de las tropas del Ejército Rojo que tomaron Berlín. '¿Esto no se enseña en Historia?', preguntaba amargamente sorprendido el ex soldado Eguidazu.
Bilbao fue escenario del homenaje -con el Ayuntamiento como anfitrión- porque, como destacó el enviado de la embajada, Euskadi es donde más ha perdurado el contacto entre los niños de la guerra.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.