Una militancia ilustrada
El primer partido de Pim Fortuyn, Leefbaar Nederland (Holanda Habitable), le echó sin miramientos a finales del año pasado, después de haberle aclamado como líder, porque se atrevió a pedir la derogación del artículo primero de la Constitución, contrario a la discriminación. Con la Lista Fortuyn, el grupo que creó a toda prisa apoyándose sin rubor en el tirón de su apellido, sucedió algo bien distinto. Antes incluso de poder cumplimentar la inscripción en el registro oficial de partidos políticos, el teléfono no paraba de sonar. Holandeses de mediana edad, buena posición social en general y estudios medios o superiores le pedían ser incluidos en la papeleta electoral. A veces, la solicitud era casi una súplica. Es el caso del empresario que le dejó un mensaje en el contestador automático ofreciéndose sin reservas como candidato a diputado, 'si era llamado para colaborar'.
Para sorpresa de todos, incluido Fortuyn, su lista fue llenándose de médicos, ingenieros, comerciantes, por lo menos un par de sindicalistas, enfermeras, Vic Bonke, antiguo rector de la Universidad de Maastricht, y Jim Janssen van Raay, ex parlamentario europeo de la democracia cristiana, todos ellos deseosos de ocupar un escaño en el Parlamento.
Uno de los ilustres desconocidos elegido sin pestañear fue João Varela, un economista de Cabo Verde que trabaja ahora en la casa de cosméticos L'Oréal y llegó de pequeño a Holanda. Su caso es ilustrativo de la atracción que llegó a ejercer Fortuyn. Antiguo deportista que optó por estudiar tras una lesión, Varela llamó una noche a la puerta del político asesinado en Rotterdam. 'Quisiera ayudarle, ¿puedo?', fue más o menos la frase que le valió el segundo puesto en la papeleta electoral. El hecho de ser negro y haber pasado una adolescencia conflictiva en la que, según admitió, cometió errores hasta encontrar a los mentores adecuados, ayudó a Fortuyn a mostrar su cara más amable. Ayer mismo, la Lista recibió una significativa llamada póstuma. Era Joep van den Nieuwenhuizen, gerente y dispuesto a ser ministro si el partido gana suficientes votos.
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