Fomento dice que cumplirá la fecha del AVE y la oposición exige pruebas

El GIF, empresa que construye la línea de alta velocidad, emitió ayer un comunicado en el que afirma que tratará de mantener la fecha del año 2004 para la llegada del AVE a Barcelona. Una afirmación en la que el Ayuntamiento de Barcelona dijo que confía, pero que no convenció ni al portavoz del PSC, Joaquim Nadal, ni al líder de ERC, Josep Lluís Carod, quienes exigieron pruebas de que las obras se realizarán en el tiempo previsto.

Juan Carlos Barrón, presidente del GIF, explicó anteayer a unos diputados que visitaban las obras del AVE que había ciertos retrasos que comprometían la llegada a Barcelona en 2004. Pese a ello, la empresa pública emitió ayer un comunicado en el que se desmentía que Barrón hubiera hablado de retraso alguno. Pocas horas después, la diputada socialista Teresa Cunillera, que participó en la visita, explicó que los directivos y técnicos del GIF, incluido el presidente, manifestaron un 'escepticismo generalizado' y un absoluto recelo respecto a los plazos de las obras, aunque no se precisaron fechas.

En efecto, Barrón, al ser preguntado por un diputado sobre los plazos de las obras y en una conversación informal, pero no confidencial, dijo: 'Yo tengo que decir que llegaremos en 2004, pero la verdad es que llevamos un año y medio de retraso'.

Ayer trascendió un nuevo inconveniente para que se cumplan los plazos de 2004: el Ayuntamiento de El Prat, que aún no conoce cuál será el trazado del tren en el interior de su población, ha decidido pedir un informe medioambiental previo a la obra. Este informe supone varios meses de trabajo, además de un periodo de alegaciones, según explicó ayer el alcalde de la localidad, Lluís Tejedor.

'Hemos recibido una documentación muy escueta sobre un trazado que no sabemos si será el definitivo y en el que se pide la opinión del Ayuntamiento sobre si procede realizar el trámite medioambiental', añadió Tejedor. Este documento entró en el consistorio hace 10 o 12 días y el municipio dispone de un mes para responder. La respuesta será afirmativa.

'Una declaración de impacto ambiental se sabe cuándo empieza, pero no cuándo termina', añadió el alcalde de El Prat. Mientras este proceso no se agote no se puede iniciar el trámite de las expropiaciones, ya que podría recurrirse contra ellas ante los tribunales. El Ayuntamiento de Sant Sadurní d'Anoia también ha puesto la proa al proyecto y la pasada semana rechazó firmar las actas de expropiación. Sus dirigentes han asegurado que el paso siguiente será llevar el asunto a los jueces ya que el trazado en esta ocasión no es el que fue sometido a información pública.

El Ministerio de Fomento, a través de la empresa pública GIF, que es la que gestiona las obras, reconoció ayer por primera vez problemas en el trazado que va de Lleida a Barcelona. Estos problemas se concentran en el Baix Llobregat y en Sant Sadurní, pero hay otros al norte de la capital catalana, especialmente en el Vallès.

'Profundamente lamentable'. Ésta fue la expresión utilizada por el dirigente republicano Josep Lluís Carod para referirse a la actitud del Gobierno de CiU respecto al AVE. En opinión de Carod, el Gobierno de la Generalitat se cruza de brazos mientras que el Ejecutivo del PP deja entrever que el AVE no cumplirá los plazos previstos.

Carod criticó especialmente al conseller en cap, Artur Mas, y al consejero de Economía, Francesc Homs, a quienes achacó haber estado haciendo juegos malabares para demostrar las fuertes inversiones del Gobierno central en Cataluña y así justificar los votos de CiU a los presupuestos del PP.

En el mismo sentido se expresó el portavoz parlamentario socialista, Joaquim Nadal, quien, a la preocupación por la llegada del AVE a Barcelona sumó la de las obras entre la capital catalana y la frontera francesa, donde aún no se han movido ni los papeles, dijo. Nadal añadió: 'La suma de las incompetencias de Artur Mas y Jordi Pujol con las de José María Aznar y Francisco Álvarez-Cascos eleva al cuadrado el riesgo de retrasos en las obras del AVE'. Mas declinó pronunciarse sobre el retraso aduciendo que carecía de información al respecto. Al igual que el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, dijo que debía atenerse a la versión oficial según la cual el AVE entrará en Barcelona en 2004. Mas añadió que el Gobierno catalán sigue defendiendo también la llegada al aeropuerto, pero lo cierto es que más de un año después de que Pujol se comprometiera a hacerse cargo de esta obra el Ejecutivo central sigue sin recibir un proyecto para ello.

Una actitud similar fue la adoptada por el Ayuntamiento de Barcelona. Tanto el alcalde, Joan Clos, como el primer teniente de alcalde, Xavier Casas, explicaron que Fomento insistía en que mantiene la fecha de 2004 y que su obligación institucional era atenderle, aunque, añadió Casas, se exigirían las responsabilidades políticas pertinentes si finalmente se produjeran incumplimientos de los compromisos contraídos por el Gobierno. 'He hablado con el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, y me ha dicho que mantiene la fecha de 2004', dijo Casas.

El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, también terció en la polémica, aunque de forma displicente: 'No pienso perder ni un minuto en hablar de un hecho que carece de fundamento', dijo, para añadir luego: 'Se trata de una información interesada que quiere provocar polémica'. El dirigente del PP catalán, Alberto Fernández Díaz, se limitó a repetir que el Gobierno central cumplirá sus compromisos.

Las obras del AVE se realizan a buen ritmo donde están licitadas. Ayer mismo se iniciaron las obras de instalación de la catenaria en Lleida. El problema se produce a partir de las comarcas del Penedès y el Anoia y en la entrada a Barcelona. Antes, los problemas son de otro tipo. Así, por ejemplo, en Zaragoza ya tienen las vías, pero la estación está en obras y nada sugiere que pueda estar terminada antes de acabar el año. El comunicado emitido ayer por el GIF precisa, entre otras cosas, que la llegada a Lleida y a Zaragoza está prevista para este mismo año 2002, de modo que el tren pasará por esta última ciudad sin que la estación esté lista.