La Comisión Europea propone una policía marítima común contra la inmigración ilegal
El nuevo cuerpo vigilará las fronteras marítimas con aviones, patrulleras y helicópteros
La periódica aparición de barcos repletos de inmigrantes frente a las costas italianas o el goteo de pateras hacia España son ejemplos de la incapacidad de la Unión Europea para una gestión racional de los flujos migratorios. Los Quince no acaban de pactar una política común de acogida, pero sí reaccionan con medidas policiales. La Comisión Europea prevé aprobar hoy un documento en el que propone crear el Cuerpo Europeo de Policía de Fronteras, cuya primera misión sería 'la vigilancia común' de las fronteras marítimas europeas.
Bruselas señala en su informe la conveniencia de que esa guardia de fronteras cuente con patrulleras, helicópteros y aviones equipados con medios electrónicos compatibles para realizar acciones conjuntas de forma permanente. Quienes integren ese cuerpo debieran tener una formación común, incluso en una escuela europea específica para aprender idiomas o manejar sistemas técnicos homologados para los Quince.
Entre estos sistemas también se citan los de telecomunicaciones móviles o los destinados a 'la vigilancia de las costas por radar o satélites', pero, precisa el informe, algunos países, como España, dedican ya importantes sumas a ese objetivo. 'Por su situación geográfica', añade, 'algunos países tienen que controlar y vigilar, en aras del interés común, unas fronteras exteriores marítimas o terrestres muy expuestas y amplias, mientras que otros sólo tienen sus aeropuertos como frontera exterior'. Propone que los costes sean 'compartidos', ya que mejorar esos sistemas 'beneficiará a todos'.
Entre las misiones concretas de ese cuerpo europeo de fronteras, el informe cita el acceso a buques en aguas europeas para interrogar al capitán sobre su destino o comprobar la identidad de los pasajeros. Como paso previo, la Comisión es partidaria de crear equipos mixtos de diversos países que centren su trabajo en las fronteras marítimas.
Bruselas apuesta por 'una red europea de vigilancia y control', dada la actual disparidad de legislaciones, cuerpos aduaneros y medios de que disponen. Ni las iniciativas adoptadas a nivel nacional ni los acuerdos bilaterales entre países son suficientes para abordar el problema, por lo que Bruselas propone también establecer 'una instancia común de cooperación y coordinación'.
Esa instancia común se encargaría, bajo la supervisión del Consejo de la UE, de coordinar 'la política común de gestión de fronteras exteriores', así como de hacer una evaluación de riesgos y de organizar acciones de respuesta en casos de crisis. Ese organismo centralizará toda la información aportada por los Quince. Para ello, la Comisión propone el empleo de archivos con datos biométricos numéricos, medios técnicos de teledetección en las fronteras e incluso la utilización del sistema Galileo, el complejo de satélites que la UE prevé tener operativo en 2008.
Bruselas sugiere que iniciativas de este tipo debieran estar en marcha antes de la prevista ampliación de la UE al Este y señala la necesidad de fijar los límites geográficos de actuación de ese cuerpo europeo de fronteras.
El documento, elaborado por el comisario de Justicia e Interior, el portugués Antonio Vitorino, bajo el título 'Orientaciones para una gestión integrada de las fronteras exteriores', parte de la tesis de que 'los nuevos desafíos a la seguridad interior apremian a la UE a considerar las fronteras exteriores como una cuestión prioritaria'. Entre esos desafíos cita la inmigración ilegal, el tráfico de seres humanos, el terrorismo o el comercio de drogas.
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