Madrid y el Peñón
A nadie le gusta perder una votación. Pero es todavía peor perder por 12.138 frente a 44, el resultado que se obtuvo cuando se consultó a los gibraltareños si deseaban unirse a España en 1966. El ministro del Interior británico, Jack Straw, parece que ha acabado por comprender que sus propuestas de soberanía compartida sufrirían una derrota semejante en un referéndum.
Empieza a parecer que su intento de solucionar un problema de 300 años en unos pocos meses de conversaciones con los españoles peca de soberbia. Ésa es la razón por la que ahora, que se dispone a aplacar la cólera de los gibraltareños visitándoles esta semana, al tiempo que negocia entregar la mitad de la soberanía sobre el Peñón a España, también está planeando no preguntarles su opinión durante mucho, mucho tiempo. (...)
Un acuerdo para compartir la soberanía que deje la puerta abierta a una soberanía absoluta puede presentarse, en cualquier caso, como medio paso hacia el objetivo histórico de España. Aznar no arriesga nada si persiste en esa estrategia. Aunque a los gibraltareños les cueste aceptarlo, a muy pocos británicos les importa Gibraltar. (...) Sin embargo, en el Gobierno británico, y en los periódicos británicos, Gibraltar sí que importa, porque lo que está en juego es una cuestión de principios. (...) A muchos gibraltareños les parece razonable compartir la soberanía a la vez que se les dota de un elevado grado de autonomía; lo que no les parece razonable es compartir la soberanía y, al cabo de un tiempo, ser traspasados a España.
Giles Tremlett. Londres, 1 de mayo
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.