Purga en el Gobierno tunecino tras el atentado en la sinagoga

Más de dos semanas después del atentado contra la sinagoga de Yerba, que causó 16 muertos, el presidente tunecino, Ben Alí, destituyó el pasado fin se semana a su ministro del Interior, Abdalá Kaabi, y al director de la seguridad nacional, Alí Ganzaui. El primero ha sido sustituido por el ministro de Asuntos Sociales, Hedi Mhenni, y el segundo, por un general de brigada del Ejército, Mohamed Hedi ben Hassin.

Estas decisiones han sido interpretadas como una sanción administrativa tras la explosión en la sinagoga, cuyas víctimas mortales fueron sobre todo alemanas. La versión oficial tunecina sostuvo, en un primer momento, que no se trataba de una acción terrorista pero después rectificó.

Las autoridades alemanas sospechan que el atentado fue perpetrado por Al Qaeda. Si se confirma esta hipótesis, se trataría de la primera acción violenta de los seguidores de Bin Laden fuera de Afganistán después del 11 de septiembre de 2001.

Tres militares tunecinos, entre los que figura el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Abdelaziz Skik, resultaron muertos el martes en un accidente de helicóptero en Medjez el Bab, a unos 60 kilómetros al noroeste de Túnez. Junto con el general Skik perecieron a bordo del aparato 12 oficiales y suboficiales.

El martes por la noche las autoridades tunecinas se limitaron a indicar que había 'varias víctimas'. Tras una entrevista celebrada ayer entre Ben Alí y su ministro de Defensa, Dali Jazi, este último proporcionó más detalles sobre lo sucedido durante una misión de inspección en una zona fronteriza con Argelia.