El PP alega 'dudas morales' para rechazar la investigación con células madre embrionarias
El Grupo Popular rechazó ayer en las Cortes una proposición no de ley de los socialistas que reclamaba la autorización de las investigaciones con células madre procedentes de embriones congelados sobrantes de la fecundación in vitro. Los populares alegaron 'dudas morales' para no tomar 'posición' sobre el asunto y propusieron aplazar cualquier decisión a la espera de que se pronuncie el Comité de Ética en la investigación científica. Los socialistas dijeron que al impedir la investigación se cierra 'la puerta a la esperanza a miles de enfermos', como los diabéticos.
La socialista María José Mendoza, que hizo una rigurosa defensa de la iniciativa de su grupo, aseguró que existe un 'consenso social, político y científico en Europa' a favor de las investigaciones con células madre procedentes de embriones congelados sobrantes de la fecundación in vitro. 'El beneficio que se puede esperar de las investigaciones con células madre embrionarias es muy importante', dijo, porque estas técnicas se podrían aplicar en el futuro a enfermedades como la diabetes o el Parkinson. '¿Podemos cerrar la puerta a la esperanza de miles de enfermos?', se preguntó la diputada socialista, que acusó al PP de 'someterse al envite de las fuerzas más conservadoras, restrictivas y reaccionarias, que intentan imponer a la sociedad criterios particulares', algo que, según añadió, 'no es de recibo en una sociedad avanzada y laica'.
Mendoza advirtió de que la negativa a autorizar las investigaciones supondrá que científicos españoles pioneros en esta disciplina, como el investigador de la Universidad de Elche Bernat Sòria, se vean obligados a 'emigrar' y que los posibles avances que como consecuencia de ello se registren y se patenten en el extranjero queden lejos del alcance de los españoles sin recursos.
El portavoz del PP, Alejandro Font de Mora, que defendió la enmienda que su grupo había presentado a la iniciativa socialista, agradeció la intervención de Mendoza pero dijo no compartir su 'idoneidad' y consideró que los socialistas habían querido 'simplificar la cuestión'.
La enmienda del PP pedía que se impulse la redacción, por el Comité de Ética en la investigación científica -constituido recientemente y que los socialistas consideran 'sesgado'-, de un informe relativo al asunto, para asesorarse. Y reclamaba la necesidad de una 'postura unánime' de la UE al respecto. Font de Mora aseguró que en Europa 'las posiciones son muy diversas', aunque mezcló el objeto de la propuesta socialista con temas como el de la fabricación de embriones ex profeso para la investigación, en torno a los cuales, efectivamente, no hay consenso. 'Estamos ante un problema no resuelto', dijo el portavoz popular, quien aseguró que su partido 'no es insensible' al problema de los enfermos que depositan fundadas esperanzas de curación en el progreso de estas investigaciones.
'No tomamos posición, no nos posicionamos sobre el fondo de la cuestión', afirmó Font de Mora, que añadió: 'Pero reclamo el derecho a tener dudas morales y, ante el dilema moral, pedimos asesoramiento'.
Era la percha que la diputada socialista necesitaba para poner de manifiesto que el PP actúa presionado y para asegurar que probablemente en las filas populares habría una fuga de votos a favor de su propuesta si se produjera una votación secreta. Mendoza recordó que el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, se comprometió con Bernat Sòria a apoyar su reivindicación de continuar investigando en España con células madre embrionarias y que incluso impulsó una enmienda -aunque muy light- en el congreso nacional del PP celebrado en enero pasado. Los populares se han limitado a 'dilatar' cualquier decisión política sobre el asunto, dijo Mendoza, quien señaló que el PP se ha pronunciado hasta seis veces, con la de ayer, en contra de la autorización de las investigaciones con células madre embrionarias.
Una representación de la Asociación Valenciana de Diabéticos asistió en las Cortes a este debate, en el que los más de tres millones de afectados por esta enfermedad en España -400.000 en la Comunidad Valenciana- y los miles de enfermos de Parkinson y Alzheimer, entre otras dolencias, tienen depositadas grandes esperanzas. El presidente de la asociación, Santiago Riera, dijo que el rechazo de la iniciativa supone 'una condena' para los diabéticos. 'Es triste que un Gobierno aconfesional prime la ideología de determinados grupos dentro de ese Gobierno que impiden la investigación', dijo Riera en alusión a las presiones de sectores de la Iglesia católica, sobre todo cuando, según añadió, 'todos los países de Europa, excepto Italia, se han pronunciado a favor' de estas investigaciones.
El debate sobre la investigación con células madre cerró una sesión matinal del pleno de las Cortes que había comenzado con la discusión en torno a la propuesta de modificación de la ley de Iniciativa Legislativa Popular (ILP) -aprobada en 1993-, presentada por Esquerra Unida, que contó con el apoyo de los socialistas y del Grupo Mixto. La proposición de ley pretendía que los impulsores de una ILP puedan designar a un representante para defenderla en el pleno y que se compense económicamente a la comisión promotora por los gastos que genere el proceso de recogida de firmas -se requiere un mínimo de 50.000- si la iniciativa consigue su tramitación parlamentaria.
El Consell había mostrado su criterio contrario a la toma en consideración por las Cortes de la proposición de ley de EU y el PP votó en consonancia con ello. Para el Consell, los diputados, los grupos parlamentarios, la Mesa o el presidente son las únicas personas y órganos que pueden intervenir en el pleno de las Cortes, a excepción de los miembros del Ejecutivo valenciano. Además, considera que la propuesta de compensar económicamente a los promotores de la iniciativa aunque no prospere su toma en consideración 'va en contra de lo pretendido inicialmente' en la ley de 1993, que 'con un criterio razonable sólo compensa las ILP que son tomadas en consideración, como medida para garantizar la seriedad de la iniciativa', lo que constituye una forma de eliminar 'planteamientos triviales o de excesivo interés particular'.
El portavoz de EU, Joan Ribó, puso de manifiesto el 'carácter restrictivo' de la ley valenciana de ILP y señaló que legislaciones equivalentes en otras comunidades, como Baleares, Canarias, Cataluña y Navarra, así como la propia ley estatal, sí prevén estas cuestiones.
'Patrimonio del Consell'
Ribó criticó los argumentos del Consell, porque, según dijo, con ellos, 'además de gobernar tiene la exclusiva de la seriedad, de la idoneidad y de la oportunidad', que se convierten de esta forma en 'patrimonio' del Ejecutivo. 'Esto va en contra del espíritu constitucional' de la ley de la ILP, añadió.
El portavoz adjunto del PP, Rafael Maluenda objetó, muy en su línea, que con la propuesta de EU 'cualquier persona podría reunirse con cualquier grupito' y presentar ante las Cortes 'algo' con 'criterio particular', porque no tendrían 'nada que perder'. Maluenda calificó de 'insólito' y de 'auténtico disparate' la posibilidad de que los promotores de una ILP intervengan en el pleno. Y tachó la propuesta de EU de 'traje a medida para un determinado grupo de personas', en referencia a los promotores de la ILP de defensa de la huerta de Valencia, rechazada el año pasado por las Cortes.
Por su parte, el socialista Andrés Perelló, también en su línea, dijo que el PP tiene 'miedo de que se amplíen los límites de la democracia', que no quiere tener que escuchar en las Cortes 'a ningún colectivo que no controle' y calificó de 'fofos' los argumentos jurídicos usados por el Consell para rechazar la propuesta.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.