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El plan de inversiones en transporte público costará un tercio más de lo previsto

Las modificaciones incluyen una línea férrea de Sarrià a Castelldefels y cambios en la L-9

El Consejo de Administración de la Autoridad del Transporte Metropolitano aprobará mañana el Plan Director de Infraestructuras (PDI) 2001-2010. Este plan prevé las inversiones que se realizarán en materia de transporte público en la región metropolitana, con aportaciones de todas las administraciones y también privadas. La inversión prevista para las obras que han salido a información pública ascendía a 5.742 millones de euros (955.385 millones de pesetas), pero la proximidad de las elecciones y la escasa inversión realizada antes en este ámbito han terminado por disparar la cifra hasta 7.300 millones (1,2 billones de pesetas). Esto supone un encarecimiento del 27% sobre la previsión inicial.

Ayuntamientos y vecinos han presentando abundantes alegaciones al plan inicial salido a información pública, y buena parte de ellas han sido aceptadas. A esto hay que añadir no pocas modificaciones en proyectos ya existentes. Las más importantes afectan a la futura línea 9 (L-9) del metro. El túnel diseñado inicialmente tenía un diámetro de 9,5 metros y, en la mayoría del trazado, pasará a tener 12 metros. Esto supone un notable encarecimiento.

El plan salido a información pública cifraba el coste de esta línea en 1.280 millones de euros (213.000 millones de pesetas), que finalmente se convertirán en 2.073 millones de euros (345.000 millones de pesetas).

Una segunda modificación de notable importancia es la denominada línea 12, que será, en realidad, una prolongación de la línea de Sarrià de Ferrocarrils de la Generalitat de forma que salga de Barcelona por la zona de Esplugues y desde ahí se dirija a Cornellà de Llobregat para enlazar con Sant Boi y Castelldefels.

El coste previsto inicialmente para esta línea es de 426 millones de euros (casi 71.000 millones de pesetas). No está previsto incrementar esta partida el próximo jueves, salvo que hubiera modificaciones de última hora ya que las negociaciones seguían anoche mismo y proseguirán a lo largo del día de hoy, según un portavoz del Gobierno catalán, que precisó que se trata de un plan 'abierto'.

Esta línea estaba ya incluida en el plan sometido a información pública, aunque terminaba en Cornellà. Inicialmente se había previsto que la construyera Renfe, pero el secretario de Estado de Infraestructuras, Benigno Blanco, aseguró a los alcaldes del Baix Llobregat que no entraba en modo alguno en los planes del Ministerio de Fomento. A la vista de la negativa del Gobierno central a asumir la línea se optó por atribuir las obras a Ferrocarrils de la Generalitat.

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La denominación de 'línea 12' que se da al trazado se debe a que se ha decidido rebautizar otras líneas ya previstas. Así, la línea 9, que a partir de Sagrera se desdobla en dos ramas, una hacia Santa Coloma y otra hacia Badalona, tendrá la denominación de línea 10 en una de estas desviaciones.

El nombre de línea 11 se atribuirá al tranvía de Nou Barris, que es en realidad una prolongación del metro, pero con menos capacidad porque el Gobierno catalán no quiso prolongar el ferrocarril metropolitano.

Ampliaciones en la red

También las ampliaciones de la red existente suponen un notable incremento del presupuesto. Los 1.280 millones de euros iniciales (213.000 millones de pesetas) se convertirán mañana jueves en 1.500 millones de euros (250.000 millones de pesetas).

Los representantes municipales están convencidos de que la disposición del Departamento de Política Territorial a admitir casi todas las alegaciones se debe a que el Gobierno catalán ha empezado ya la campaña electoral y está dispuesto a prometer lo que sea para tratar de ganar las elecciones del próximo año. No obstante, aseguraron dos alcaldes representados en la ATM, prefieren un documento firmado que una promesa en un mitin, aun reconociendo que en realidad se puede estar disparando la deuda que tenga que asumir el próximo gobierno. 'Son obras que hay que hacer, que habría que haber hecho. Y ya se pagarán', dijo uno de estos alcaldes.

De la importancia que el Ejecutivo catalán atribuye a esta operación da cuenta que se hayan previsto dos actos para hablar de ella. El primero, inmediatamente después de la aprobación de las cifras por parte del Consejo de Administración de la ATM.

Felip Puig, consejero de Política Territorial y presidente de la ATM, explicará el contenido definitivo del PDI. Poco después será el conseller en cap, Artur Mas, quien aprovechará la inauguración de una estación de Ferrocarrils de la Generalitat en Sant Andreu de la Barca para insistir en la importancia de las inversiones que el Gobierno autónomo proyecta para los próximos nueve años en transporte público.

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