San Jorge y el dragón de la ignorancia

'Verdor nuevo los espinos / Tienen ya por la colina, / Toda de púrpura y nieve / En el aire estremecida. // Cuántos ciclos florecidos / Les has visto; aunque a la cita / Ellos serán siempre fieles, / Tú no lo serás un día. // Antes que la sombra caiga, / Aprende cómo es la dicha / Ante los espinos blancos / Y rojos en flor. Ve. Mira'. Ángel Yanguas, descendiente del poeta Luis Cernuda (Sevilla, 1902-México, 1963), leyó ayer Los espinos -'el mejor poema de La realidad y el deseo'- en la Consejería de Cultura.

Con esta reflexión sobre 'el paso del tiempo y la eternidad', Yanguas aportó su saber al homenaje a Cernuda celebrado con motivo del Día Internacional del Libro. El descendiente del poeta acompañó a la consejera de Cultura, Carmen Calvo, al director del Centro Andaluz de las Letras, Pablo García Baena, y a un grupo de escritores y estudiosos. García Baena, José Julio Cabanillas, Salvador Compán, Jacobo Cortines, Rafael de Cózar, Rosa Díaz, Hipólito G. Navarro, Antonio Rodríguez Almodóvar, Ana Rossetti y Francisco Vélez Nieto leyeron poemas del autor de La realidad y el deseo.

Calvo presentó una antología de la obra del autor sevillano que ha sido elaborada por el poeta Francisco Brines. La antología recorre a través de 32 poemas la evolución literaria de Cernuda. Poemas como Quisiera estar solo en el sur, No decía palabras, Donde habite el olvido, Lázaro, La familia, Noche del hombre y su demonio, Birds in the night o Despedida dan cuenta del ideario vital y artístico de un hombre solitario y de una sensibilidad exacerbada.

La tirada de la antología es de 100.000 ejemplares, que fueron repartidos ayer gratuitamente. Una exposición sobre Cernuda se inauguró en las bibliotecas públicas provinciales de las ocho capitales andaluzas (con la excepción de Córdoba y Málaga, donde la muestra se celebra en el Teatro Principal y el Palacio Episcopal, respectivamente). La consejera de Cultura apostó por 'buscar fórmulas para que quienes no leen lean'. La consejera aludió a la labor didáctica que llevó a cabo Cernuda en las Misiones Pedagógicas de la II República. 'El eslogan de esta Casa es más libros, más libres', remachó Calvo antes de leer el Manifiesto del Día Internacional del Libro.

'Leer nos otorga las palabras necesarias para defendernos, manifestarnos y definirnos. En ellas encontramos expresadas nuestras sensaciones, formulados nuestros interrogantes, precisadas nuestras certezas pero, fundamentalmente, nos encontramos enfrentados con nosotros mismos para dialogar o combatir', leyó la consejera.

'Hoy es el día del mítico San Jorge, el caballero que derriba gloriosamente al dragón en los retablos medievales y en los códices miniados. El dragón, según también esas representaciones, es el guardián de la doncella, prisionera en la cueva tenebrosa. La doncella simboliza la Inteligencia del Mundo. El dragón es el que la confina en las tinieblas y San Jorge, el que la devuelve a la luz. Se trata, pues, de un combate entre la Ignorancia y el Conocimiento. Un buen día para dedicárselo a los libros y a sus páginas iluminadas por el prodigioso don de la escritura', concluyó Calvo.

Yanguas remató las palabras de la consejera. 'No hay nada más parecido a un libro que un gen. Un libro es un gen cultural y gracias a esos genes culturales vivimos', dijo el descendiente de Cernuda. 'Sin libros no hay libertad; sin libertad no hay libros', resumió Yanguas.