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'Decidimos que Kubala marcara a Gento'

Ramallets, Olivella, Gensana, Vergés, Gracia y Rodri, integrantes del Barça que eliminó al Madrid, desvelan que fueron los jugadores, no Brocic, quienes concibieron la táctica para el partido del Camp Nou

Robert Álvarez

El entresuelo del Camp Nou cobija la mejor hemeroteca, el disco duro del barcelonismo. No hay allí ni ficheros ni ordenadores, sino las mentes preclaras de quienes protagonizaron mil y una batalla con la zamarra azulgrana. Los veteranos del Barcelona recuerdan aquellos 'partidazos' contra unl Madrid repleto de estrellas y están tan orgullosos de su gesta como de continuar reuniéndose cada viernes en el local situado en las tripas del estadio. Es la Agrupación de Veteranos, en los accesos a los asientos situados junto al córner del Gol Norte, justo donde Evaristo marcó, tirándose en plancha y de un precioso cabezazo, el tanto que sentenció la eliminatoria de 1960-61. Es allí donde late el corazón azulgrana y donde durante estos días no hay conversación en la que no se tuerza el gesto y se baje la voz cuando, de forma inevitable, alguien pregunta por Ladislao Kubala, hospitalizado en grave estado desde el 12 de febrero.

Vergés: 'Los goles que dicen que les anularon... El árbitro había pitado antes. No es lo mismo'
Gracia: 'Antes les goleamos en la Liga. Éramos conscientes de nuestras posibilidades'
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Varios de los héroes azulgrana de entonces departieron el pasado viernes sobre aquellas eliminatorias. El carismático Antoni Ramallets, imponente a pesar de que va para los 78 años, siempre con la gorra calada, el portero que tuvo el privilegio de formar con el Barcelona de las cinco Copas -en la temporada 1951-52, el equipo azulgrana ganó cinco títulos, entre ellos la Liga, la Copa y la Copa Latina- y también con el que compartieron Kubala y Luis Suárez y por primera vez echó al Madrid de Europa. 'Aquel partido tuvo mucha importancia, aunque también relativa, porque después, con toda la mala suerte del mundo, perdimos la final contra el Benfica en Berna', puntualiza el siempre elegante Ferran Olivella (Barcelona, 1936), el capitán cuando se retiró Juanito Segarra (Barcelona, 1927), quien desde hace tiempo apenas sale de Taradell, a unos 60 kilómetros de Barcelona. Sigfrid Gracia (Gavà, 1932) rebate la presunción de que su equipo afrontara con complejo de inferioridad aquellos partidos. Enric Gensana (Lleida, 1936), operado hace dos años de una afección en la médula que le obliga a llevar muletas, y Rodri (Barcelona, 1934), pese a las secuelas de una operación en la garganta, también participan en la charla.

Gracia: Estábamos acostumbrados a enfrentarnos en la Liga. A veces nos ganaban, a veces les ganábamos. Es más, antes de eliminarlos de la Copa de Europa, hacía poco que les habíamos ganado por 4-0. Éramos muy conscientes de nuestras posibilidades.

Gensana: La presión ambiental era igual. La diferencia es que antes había muy poca prensa... Esta semana nos han hecho más entrevistas que en toda nuestra carrera.

Gr.: La gran ventaja del Barça, sin ofender a nadie, es que imprimía a cada uno de nosotros una responsabilidad hacia los demás. Lo vivíamos intensamente. Los partidos los preparábamos desde el lunes. Él [por Vergés] se ponía a jugar por todo el campo imitando a Di Stefano y todos le pasaban el balón para que yo le persiguiera.

Ramallets: Jugábamos con más alegría. Ahora hay una tendencia a aguantar atrás, con dos delanteros y cinco defensas.

Vergés: Ahora hay un juego muy cansino, tendente al juego en horizontal y a retener más el balón.

Gr.: Nosotros, en la época de Helenio Herrera, jugábamos con los extremos un poco más atrasados.

R.: ¡Eh! Era para arrastrar al defensa y abrir espacios y que se metieran.

Gr.: Sí. Para aprovechar la velocidad de Evaristo y Eulogio [Martínez].

Rodri: Exacto, pelota por arriba al espacio libre.

V.: El Madrid tenía un gran conjunto, con mucha técnica, el Puskas, el Di Stefano [la conversación es en catalán]. ¡Ojo con Gento!

R.: Aquel Madrid tenía una calidad superior.

G.: No sé... Es muy díficil decir si aquel equipo ganaría al de ahora, pero realmente teníamos grandes equipos.

Gr.: Yo marqué a Di Stefano en la Liga el día del 4-0. Normalmente, lo hacía Flotats. H. H. me dijo: 'Flotats marcará a Kopa. Me conviene que usted, por su altura, marque a Di Stefano. Si va al lavabo, usted vaya al lavabo con él'.

V.: Fue básico empatar allá.

Gr.: Por cierto, se habla mucho de un gol que les anularon aquí, pero allí nos anularon otro.

Ro.: Dos.

Gr.: Pero uno, sobre todo, inconmensurable,

Ro.: De Villaverde.

V.: Pero es que a ellos los goles que dicen que les anularon... El árbitro había pitado antes. Que no es lo mismo que hagas el gol y después pite el árbitro.

Olivella: Hoy en día, cuando el árbitro pita, se deja la pelota aunque estés a punto de marcar. Antes continuabas y marcabas. ¿Por qué? Porque hoy te sacan tarjeta y antes no.

Gr.: Planteando el partido de vuelta en el hotel, como Brocic [el entrenador croata que sustituyó a Helenio Herrera], que todavía no sabía cómo iba la táctica... La decidimos nosotros. Kubala jugó de extremo derecho, pero con la misión de seguir a Gento un poco, hasta el centro del campo. Olivella lo esperaba allí porque lo más peligroso de Gento es que le metieran balones en la zona de nadie y pudiera encarar al defensa en velocidad.

R.: Kubala jugaba bien en todas las posiciones.

V.: Lo bueno es que el planteamiento lo hicimos nosotros.

Gr.: Pero lo mejor de todo es que Brocic lo admitió y dijo: 'Ustedes conocen esto mejor que nadie y así debe ser la colaboración'.

R.: Es que Gento era muy bueno, muy peligroso. Daba miedo.

Gr.: Tenían un equipazo. Puskas era tremendo. No se movía. Apenas jugaba en cuatro metros. Pero ¡qué peligroso!

G.: Creo... Sí, lo marqué yo en el partido de Madrid.

Gr.: Pues vaya papeleta.

G.: No, pero me iba bien. Era muy buena persona. No era muy rápido. Ahora bien, no podías dejarle chutar ni pasar porque era muy listo. Una técnica enorme.

V.: El partido de vuelta fue más plácido. Ganábamos por 2-0...

Gr.: Pero pasamos un momento difícil porque después del gol, de Canario, a quien marcaba yo, hubo un córner con un remate de Marquitos.

R.: Estaba solo delante de mí.

Gr.: [Señalando a Ramallets] Le pasó por encima... sólo, eh.

V.: Estábamos un poco acongojados. Aquello que pasa. Te vienes atrás con el nerviosismo y... la envió por encima...

Gr.: ¡Qué remate falló aquel hombre! Como si lo viera ahora...

R.: Di Stefano le llamó de todo menos 'guapo'.

'No entendemos lo de Figo. ¡Qué disgusto!'

'Como profesional, respeto a Figo. Si supiéramos toda la verdad, podríamos dar una opinión más exacta. Pero, a veces, se les ofrece una renovación por unos años y ellos quieren más.', razona Ramallets.

Gracia: Figo dio un gran rendimiento. Para todos nosotros [su fichaje por el Madrid] fue un gran disgusto.

R.:. Sí, hombre. Y tanto. Hay jugadores que han pasado sin pena ni gloria, pero éste...

Gr.: ¡Un gran disgusto! Si vas a otro equipo, aún se perdona un poco. Pero si te vas al máximo rival... Eso hace mucho daño, porque fue mimado por la afición.

R.: Ni Laudrup ni Schuster hicieron tanto daño.

Gr.: Un jugador tan querido, tan mimado, tan valorado en todos los conceptos. Es como una empresa que te ha pagado y que ha cumplido contigo y te vas al máximo competidor. No ya como profesional; como persona, no lo entiendo.

R.: Entonces ya teníamos también problemas relacionados con la profesión. pero lo de Figo...

Vergés: Es que aunque el jugador diga que es un partido normal, no lo es, de la misma manera que no son dos clubes como otros.

R.: Yo no sé si el equipo con el que eliminamos al Madrid fue el mejor de toda la historia. El de los años 50, el de las cinco Copas, fue también un gran equipo.

V. Había un equipo muy compacto. Todos éramos muy amigos, la gran mayoría de la cantera, un gran capitán como Segarra... Todo eso se refleja en el campo.

Gr.: Estábamos muy unidos y eso se transmitía a los que venían de fuera.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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