Berlanga: 'El más audaz de nuestros realizadores'

El también cineasta Luis García Berlanga fue el encargado ayer de contestar a José Luis Borau -cuya candidatura fue presentada por los académicos José Luis Sánchez, José Hernández y Joaquín Vaquero Turcios, y aprobada el 23 de abril del año pasado-, tras su discurso sobre El cine en la pintura.

'Lo primero que deseo resaltar es que se trata de un personaje totalmente atípico en su trayectoria, tanto humana como cinematográfica. La soledad profesional, acompañada también en su peripecia biográfica, le confiere una solidez no contaminada en todos y cada uno de sus proyectos', comenzó afirmando Berlanga. 'El hecho de que desde esta soledad, desde este esfuerzo personal y desde esta creatividad singular haya realizado películas como Hay que matar a B, Furtivos, La Sabina, Río abajo, Tata mía y tantas otras bastaría para que Borau quedase clasificado en el pelotón de cabeza de nuestro cine y recibir el reconocimiento colectivo de los cineastas; pero además José Luis es un ejemplo de entrega, quizá excesiva, a una pasión que, como todas las pasiones verdaderas, terminan por convertirse en un pilar esencial de la vida'.

Sobre el contenido de la intervención de José Luis Borau, Berlanga señaló: 'Creo, en efecto, que todo lo que uno ve en su personal universo lo integra, a su vez, en lo que yo llamo grito creativo. De esta forma, todos los alimentos terrestres son fagocitables: la fotografía se alimenta de la pintura y ésta, a su vez, empieza a degustar los manjares del cine. No es arriesgado afirmar, pues, que algún día todo acabará coexistiendo en el cerebro del artista, como ya lo anticipaba el término collage y lo practicaron, unos con más acierto que otros, los hombres del Renacimiento. Por eso en tu discurso analizas y sugieres las posibilidades de esta ósmosis a través de precisos ejemplos'.

Universo propio

Después, Luis García Berlanga volvió a aludir al 'universo propio' de Borau y se refirió a las 'disputas y coincidencias' entre ambos, 'que no cabe entenderlas en otro marco que en el de nuestra pasión por el cine'. Berlanga definió a Borau como 'el más inquieto y aventurero de nuestros realizadores, el más audaz de todos nosotros', y concluyó señalando: 'José Luis Borau ha tenido siempre una solidez creativa donde se entremezcla la imaginación, el esmero en la puesta en escena y una excepcional sensibilidad. Una imaginación que se desbordaba en cada uno de los temas que ha tratado en sus películas; unas puestas en escena en las que hubo siempre un acercamiento microscópico, casi proustiano, en el que los actores y los objetos tenían un protagonismo casi idéntico; y, finalmente, una sensibilidad en el tratamiento cinematográfico que se convirtió desde el principio en norma en todas y cada una de sus creaciones'.