Jueces y catalán
El hecho de que el honorable señor Pujol y el nacionalismo catalán en general consideren 'positivo que la juez con más nota no se haya quedado en Cataluña por el catalán' (EL PAÍS, 18-4-02) no sólo es una tragedia y una pésima noticia para Cataluña, sino que refleja una clara deriva moral de quienes así piensan.
El resultado neto es que quienes hemos nacido y vivimos en Cataluña perdemos así una buena juez, algo que no abunda precisamente. Y ello es porque el nacionalismo antepone, una vez más, el catalán a la competencia. Prefiere mediocridades, malos jueces e incluso prevaricadores catalanohablantes (como el juez Pascual Estivill) a jueces con alta cualificación profesional, conculcando así el derecho de los catalanes a una buena administración de justicia, a ser escuchados y juzgados por personas capacitadas, competentes e imparciales. Un nuevo hito en el descrédito de la justicia. Repito, una auténtica mala noticia para Cataluña.