Un informe sugiere reformas de la pena capital en Estados Unidos

El debate sobre la pena de muerte en Estados Unidos recibió ayer un nuevo impulso con la presentación en Chicago de un informe con recomendaciones para evitar la repetición de casos como el de los 13 condenados a la pena capital, que fueron exonerados y puestos en libertad en el Estado de Illinois, en algún caso horas antes de la ejecución. El documento no propone la abolición y reconoce que ni con las reformas planteadas se puede garantizar que no haya errores en la imposición de la pena máxima.

El grueso de la reforma pasa por 85 recomendaciones, entre ellas la reducción a cinco de las 20 circunstancias que en la actualidad conllevan la aplicación automática de la pena capital en Illinois, cuyo gobernador impuso hace poco más de dos años una moratoria en las ejecuciones que se ha convertido en un caso de estudio para los 37 Estados que la aplican en EE UU. El panel de 14 personalidades -desde jueces y fiscales a políticos e intelectuales, con una ligera mayoría de partidarios de la eliminación de esa pena- propone entre otras medidas que se graben todos los interrogatorios policiales; que se descarte la pena máxima cuando haya sólo un testigo; que no se ejecute a retardados mentales y que el juez pueda desautorizar una pena de muerte recomendada por un jurado.