3.000 personas exigen soluciones urgentes para sanear el río Segura

'Estamos trabajando en preservar, para nosotros y para las futuras generaciones, el medio en el que nuestra vida se desarrolla'. Con esta imagen concluyó la manifestación que congregó a unas 3.000 personas -más de 5.000, según los organizadores y un millar, según los alcaldes del PP- en la glorieta de Gabriel Miró de Orihuela, para exigir que se eliminen todos los elementos contaminantes que han convertido el río Segura en uno de los más contaminados de Europa.

La lluvia y los mensajes lanzados desde el PP para que los ciudadadanos no se manifestaran pudieron mermar participación. 'Nos hemos reunido aquí para decir a nuestros gobernantes que no estamos dispuestos a vivir con la amenza que, para nuestra salud, supone la situación del río Segura'. Pero ayer, a diferencia de en otras manifestaciones, nigún gobernante escuchó ese mensaje de primera mano.

En días previos, los cargos públicos del PP arengaron a los ciudadanos para que no secundaran la protesta. No obstante, militantes destacados del PP de Orihuela como el médico Emilio Bascuñana o el abogado Julio Grao, críticos con la actual dirección popular, sí participaron en la concentración.

El portavoz de la Comisión cívica Pro-Río, José Antonio Muñoz, aludió así a la ausencia de alcaldes y cargos populares: 'Ahora que los alcaldes nos abandonan es el momento de los ciudadanos', dijo. 'Y mejor así, porque el viaje será más rápido', apostilló.

La Iglesia, por el contrario, sí animó a sus fieles a que acudieran a la manifestación. Los convocantes de la protesta -los colectivos Segura Limpio, Pro-Río y la Plataforma por un río vivo de Murcia- indicaron que no van a contentarse con declaraciones de corte político que, 'bajo el pretexto de no crear alarma social, tiendan a ocultar el problema'.

En el acto intervinieron dos dirigentes del sindicato agrario COAG, quienes vertieron duras críticas a la Administración por minimizar el problema del río, y se confesaron 'hartos de tantas irresponsabilidades, mentiras y promesas incumplidas', al tiempo que denunciaron el deterioro de la huerta en beneficio de los campos de golf y las urbanizaciones.

A continuación tomó la palabra el catedrático de la Universidad de Alicante, el ex diputado nacional Manuel Alcaraz, quien definió la protesta como 'la lucha por la dignidad de la vida'. Alcaraz también criticó la ausencia de cargos populares y el intento de algunos de éstos de boicotear la concentración. 'Por más que algunos viertan insultos, la razón, la verdad, está ahí, debajo de los puentes', sentenció.

El portavoz de la plataforma Segura Limpio, José Manuel Grima, exigió soluciones a la depuración de las aguas; pidió medidas eficaces contra los vertidos industriales y ganaderos; reivindicó actuaciones para evitar el 'robo del agua' y las roturaciones ilegales; y reclamó medios para atajar los elevados índices de salinidad de las aguas del río.

Tanto el consejero de Obras Públicas, José Ramón García Antón, como el presidente de la Diputación de Alicante, Julio de España, y los alcaldes de Orihuela, Almoradí y Guardamar del Segura coincidieron en calificar de 'total fracaso' la concentración, en la que se esperaba la asistencia de unas 10.000 personas. El consejero dijo que la gente 'no se deja manipular' y 'conoce perfectamente lo que se está realizando' la Administración del PP.

Opinión distinta expresaron los dos candidatos socialistas a la Presidencia de la Generalitat, Joan Ignasi Pla y Ciprià Ciscar, presentes en la concentración, quienes criticaron a Zaplana por no garantizar la protección del medio ambiente.