Camps 'cierra' el centro comercial y financiero a la marcha antiglobalización

La marcha convocada el sábado 20 de abril en Valencia bajo el lema Ni OTAN, ni globalización por los sesenta colectivos agrupados en el movimiento Per l'alliberament del pobles amenaza con convertirse en el primer quebradero de cabeza de Francisco Camps, nuevo delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana. Camps rechazó el itinerario propuesto para evitar problemas en el centro comercial y financiero de la capital. Los convocantes han recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia.

La celebración de la Conferencia Ministerial Euromediterránea en Valencia, los próximos 22 y 23 de abril, viene acompañada de una serie de actos organizados por colectivos alternativos que rechazan el carácter mercantil de la globalización económica. El movimiento Per l'alliberament del pobles solicitó permiso para celebrar una gran manifestación en la capital como respuesta 'unitaria' a la reunión ministerial y al proyecto para instalar en la localidad de Bétera el cuartel de centro de reacción rápida de la OTAN. Propusieron un itinerario que partiera de la Plaza del Ayuntamiento y discurriera por la calle de las Barcas hasta la Glorieta y la calle de Colón.

Fuentes de la Delegación de Gobierno explicaron ayer que, 'por razones técnicas', sugirieron cambiar el recorrido para evitar que afectara al 'corazón viario, comercial y financiero de la capital' y propusieron que la marcha partiera de la Plaza de San Agustín y discurriera a lo largo de la calle Guillem de Castro hasta las Torres de Quart.

La respuesta de los convocantes fue un recurso contencioso ante el TSJ en defensa de 'un derecho tan fundamental como el de manifestación'.

Camps comentó que 'hay que compaginar el derecho a manifestarse con el de la gente a disfrutar de la tarde del sábado en el centro de Valencia'.

Los convocantes comentaron que la Delegación del Gobierno 'quiere llevar la manifestación a una ronda rápida de circulación de vehículos, impidiendo que el mensaje que se quiere transmitir llegue al mayor número de personas posible'. Destacaron que la manifestación 'tendrá un carácter lúdico y festivo, además de reivindicativo, pero en ningún caso agresivo'. Aseguraron que los desórdenes registrados en marchas similares han sido provocados por 'agentes policiales infiltrados o actuaciones policiales brutales'. Y concluyeron que el proceder de la Delegación de Gobierno 'es la última de una serie de actuaciones destinadas a criminalizar la protesta antiglobalización y, de esta manera, justificar una actuación policial violenta'.

Camps, por su parte, aseguró mantener 'constantes negociaciones' desde hace días con los convocantes y agradeció su 'vivo interés' por evitar cualquier tipo de incidente.