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El veto del Senado a un viaje del presidente de México desata la peor crisis del mandato de Fox

La decisión de prohibir la visita oficial a EE UU y Canadá afecta también al canciller Castañeda

Juan Jesús Aznárez

El inédito veto del Senado de México al viaje del presidente, Vicente Fox, a Estados Unidos y Canadá, argumentándose que el rumbo de su diplomacia es equivocado, complaciente con Washington, o ignora o no informa a las Cámaras, causó la peor crisis de poderes desde la investidura de Fox, en diciembre de 2000. El presidente acusó a la oposición de anteponer sus intereses a los nacionales, boicotear al Gobierno del cambio y perjudicar a los millones de emigrantes indocumentados en EE UU y Canadá.

El rechazo del Senado, que disfruta de una polémica capacidad de veto desde el siglo XIX, también alcanzó a Jorge Castañeda, secretario (ministro) de Relaciones Exteriores, que ayer suspendió su previsto viaje a Guatemala. 'Hay desacuerdos y está bien que los haya. Es lo propio en democracia. Se discuten y se superan', declaró. 'Lo que no se entiende es por qué tienen que conducir a que el presidente no pueda llevar a cabo en el exterior las importantes gestiones de defensa de los mexicanos'. La oposición le imputa la actual crispación con Cuba e ir retrasando su comparecencia ante el Congreso para informar sobre las circunstancias del último choque.

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La prioridad de la cancillería no es La Habana, que escruta los movimientos mexicanos en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra, y acusó a Castañeda de haberse plegado a la condición impuesta por el presidente George Bush para acudir a la cumbre de Monterrey sobre financiación del desarrollo: la ausencia de Fidel Castro. El ministro negó tajantemente haber recibido presiones. De todas formas, la prioridad de su cartera es Estados Unidos, principal socio comercial de México desde el Tratado de Libre Comercio de 1994, y domicilio de 3,5 millones de compatriotas sin legalizar, que reclaman la ayuda del Gobierno para evitar los abusos de sus empleadores norteamericanos.

El presidente debió anular los 30 actos oficiales, y con líderes de las comunidades mexicanas, programados del 15 al 18 en Vancouver y Calgary, Seattle y San Francisco. Hubiera firmado en Canadá, dijo, un Programa de Trabajadores Temporales que legalizaba a miles de ellos. El Partido Revolucionario Institucional (PRI), derrotado por Fox en las presidenciales de julio del 2000, es todavía la primera fuerza política de México, y fue señalado por el presidente como el principal promotor del veto. 'La cancelación tiene efectos negativos para la promoción de los intereses de México', subrayó.

El PRI, que pretende recuperar un perfil socialdemócrata y ganar las legislativas del año próximo, suma 210 escaños en Diputados y 60 en Senadores frente a los 206 y 46 del gubernamental y conservador Partido Acción Nacional (PAN), y los 50 y 16 del Partido de la Revolución Democrática (PRD), izquierda. Los cargos contra el Gobierno, negados por sus portavoces, son éstos: el acuerdo de seguridad fronteriza con Estados Unidos compromete la jurisdicción mexicana y recientes maniobras navales con ese país y otros fueron efectuadas sin autorización parlamentaria.

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