Afirmaciones falsas de Purificación González

Ni una sola de las afirmaciones de la señora Purificación González de la Blanca en su carta al director publicada en EL PAÍS del 10 de abril es cierta. Lo peor es que ella lo sabe, pues ha repetido exactamente los mismos argumentos desde hace años en diferentes medios de comunicación, y una y otra vez le han sido rebatidos desde este Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). No voy a hacerlo de nuevo en detalle. Baste decir que es falso que hayan muerto linces debido a la investigación, que también es falso que los cepos acolchados (que desde hace años no se usan) les dañen las patas, que los linces provistos de transmisores no viven menos que los que no lo están (de los cuatro muertos recientemente, sólo el que falleció de viejo, con casi 16 años, tenía transmisor), que ni por asomo se han recibido para investigar los fondos que la señora González menciona en su carta y que, en el caso de los investigadores, como en el de cualquier otra profesión, un curriculo destacado es sólo una consecuencia, y no un objetivo, del buen hacer.

Sí que es cierto, en cambio, que Miguel Delibes, el investigador de la Estación Biológica de Doñana en el que la señora González personaliza sus ataques, ha sido quien primero ha llamado la atención sobre la delicada situación del lince ibérico, que fue escogido por el Consejo de Europa y la UICN para preparar los planes de conservación de la especie, que trabaja activamente en el Grupo del Lince del Comité de Flora y Fauna que coordina el Ministerio de Medio Ambiente y que ha recibido premios nacionales e internacionales (WWF Award for Conservation Merit (2001), concedido por World Wide Fund for Nature; Premio Nacional de Medio Ambiente Félix Rodríguez de la Fuente de Conservación de la Naturaleza (2001), concedido por el Ministerio de Medio Ambiente; Premio a la Protección de Medio Ambiente (2002), concedido por la Junta de Castilla y León) por su trabajo a favor de la conservación de la naturaleza, lince incluido.