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Barcelona tendrá antes de fin de año una cadena de tiendas de productos ecológicos garantizados

Los ganaderos y agricultores asociados no usan abonos ni otras sustancias químicas

Las crisis alimentarias provocadas por enfermedades como la fiebre aftosa o el mal de las vacas locas han despertado entre los consumidores el interés por los productos ecológicos. A la hora de la compra, la gente se decanta cada vez más por los productos con mayor garantía de calidad. El problema es que no abundan las tiendas especializadas en este tipo de género. El consejero de Agricultura, Josep Grau, anunció el lunes en Lleida que antes de finales de año Barcelona tendrá una cadena de establecimientos especializados en productos ecológicos con garantía sanitaria y de calidad.

Serán productos procedentes de la agricultura y la ganadería en cuya elaboración no se hayan utilizado abonos, productos químicos, harinas de carne, grasas animales, hormonas y antibióticos. En un primer momento, la red se establecerá en Barcelona y algunos puntos del área metropolitana. Las ventajas de esta fórmula serán recíprocas, ya que los agricultores y ganaderos asociados tendrán más facilidades para comercializar sus productos y el consumidor, puntos fijos donde poder adquirirlos con garantías de autenticidad. Las tiendas entrarán en servicio a finales de este año, pero la pretensión de sus promotores es extender la red al resto de Cataluña.

Detrás de esta iniciativa hay un grupo de empresas que se han unido con el objetivo de crear nuevos canales de distribución de los productos obtenidos con métodos ecológicos. La Generalitat, por su parte, ha apoyado la iniciativa tras constatar que en los últimos años ha aumentado la preferencia por estos productos entre los consumidores. La Administración catalana ha incrementado también las ayudas agroambientales destinadas a desarrollar este modelo de producción más respetuoso con el medio ambiente.

En los dos últimos años, la producción ecológica ha aumentado en Cataluña de forma espectacular, debido sobre todo a la crisis de las vacas locas. Existe un número creciente de personas dispuestas a pagar un sobreprecio por productos cultivados sin aditivos químicos. De hecho, en dos años se ha pasado de 12.000 hectáreas dedicadas a la agricultura ecológica a 52.000, mientras que las explotaciones ganaderas han pasado de 276 a 725, básicamente localizadas en las zonas de montaña, donde el 80% de la ganadería ya sigue este modelo de producción.

Joan Font, natural de La Pobla de Segur (Pallars Jussà), es uno de los muchos ganaderos que han reconvertido su explotación para adaptarse a la producción ecológica. Empezó hace 14 años y desde entonces no ha utilizado insecticidas, ni pesticidas ni abonos químicos en los campos en los que cultiva pastos y forraje para el ganado. A los animales tampoco les suministra antibióticos ni sustancias no autorizadas. Su explotación es un ejemplo de ganadería extensiva, donde el ganado tiene libertad de movimientos y come directamente en los prados.

Demanda creciente

Los agricultores y ganaderos que solicitan ayudas oficiales para producir de forma ecológica tienen dos años para reconvertir sus explotaciones. Transcurrido ese tiempo están obligados a comercializar la producción. Font asegura que los productos obtenidos mediante este sistema cada vez tienen más demanda, y muchos hipermercados ya tienen secciones destinadas a la venta de productos ecológicos, como hortalizas y carne de pollo, de cordero o de ternera.

Font señala que la iniciativa de abrir una cadena de tiendas especializadas en Barcelona beneficiará a los productores que, como él, tienen que realizar la distribución y comercialización de la carne con sus propios medios, lo que no resulta fácil porque las explotaciones están alejadas de los principales centros de consumo. Font es también el presidente del Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica, la entidad encargada de controlar los métodos de producción y de garantizar que el producto que llega al consumidor es realmente ecológico.

La iniciativa contribuirá, en opinión de Grau, a dar salida a los productos ecológicos: 'Si animamos a los agricultores y ganaderos a producir de una forma natural, lo lógico es que también les ayudemos a darle salida comercial a la producción. No tiene sentido que estos productos se conviertan en artículos residuales en un rincón de una estantería de un supermercado', añadió.

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