_
_
_
_

Nueve atletas marroquíes desaparecen en Santiago antes de una competición

Xosé Hermida

Son universitarios, con una posición desahogada y alguno incluso con beca para estudiar en el extranjero. Pero los nueve atletas marroquíes -cinco chicas y cuatro chicos- escogieron el mismo camino que los desesperados de las pateras, aunque sin sus riesgos. Los deportistas desaparecieron el sábado en Santiago de Compostela horas antes de que se celebrase el campeonato del mundo universitario de cross, en el que iban a participar como integrantes de la selección de Marruecos. 'Todo indica que se han dado a la fuga', declaró ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa. La policía no tiene pistas sobre su paradero.

Las autoridades y las asociaciones de trabajadores marroquíes en España están desconcertadas con el caso, ya que los atletas no encajan en el perfil habitual de los emigrantes clandestinos. 'Por la información que nos han facilitado, son gente casi de la élite en su país', señaló uno de los responsables de la investigación. Desde ayer, su situación es irregular, ya que habían viajado con un visado colectivo para todos los integrantes de la delegación marroquí en el campeonato de cross.

Más información
Cartas:: Multiculturalismo e Inmigración

Último control

No se descarta que hayan podido salir de España, porque tiempo no les faltó antes de que la policía comenzase a investigar. Los responsables de la delegación marroquí les echaron en falta alrededor de las 23.00 del sábado, cuando hicieron el último control en las habitaciones que ocupaban en el albergue para peregrinos del Monte do Gozo. Los atletas se habían llevado todas sus pertenencias, incluidos los billetes de avión de regreso a Casablanca, y se supone que escaparon por las ventanas de los barracones del albergue. Pero la desaparición no se denunció a la policía hasta las 16.00 del día siguiente.

Cuando descubrieron que no estaban en sus habitaciones, los responsables de la delegación marroquí creyeron que tal vez sólo pretendían salir por la noche y se dedicaron a buscarles por las calles de Santiago hasta la madrugada. Ni aparecieron esa noche, ni a las 11.00 del día siguiente, cuando se iniciaba la competición. Sólo uno de los fugados tenía previsto correr, ya que los demás figuraban inscritos como suplentes.

Hasta que terminó el campeonato -con gran éxito para los marroquíes, que lograron las medallas de oro y plata en la categoría masculina- no se denunció la desaparición. A las 6.30 de ayer hubo una falsa alarma cuando el nombre de los fugados se incluyó por error en la lista de embarque del vuelo de Iberia que llevaba a los atletas de Santiago a Madrid para enlazar desde allí con Casablanca. Las autoridades españolas ya han transmitido sus datos a la Interpol y la Europol.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_